Vas a quedarte

Vas a quedarte 36

Hoy cumplía mi tercera semana en este lugar, si bien estaba avanzando con mis terapias lo de estar encerrada me tenía como loca, usaba mis tiempos libres para componer con la guitarra que me gané por poner voluntad. No podía ver a mi sobrina porque los chiquitos no podía entrar a este sitio, así que todo lo que sabía de ella era a través de Eugenia que visitaba tres veces a la semana, yo misma la había pedido que no se preocupara tanto porque no quedaba cerca de nuestra casa pero obviamente ella no tomaba mis consejos, Brenda también venía muy seguido ella decía muchas verdades divertidas, mis viejos como siempre poco pero tiernos, tampoco era tan importante para mi tenerlos porque estaba muy acostumbrada a nuestra relación.

—¡UNO! —dijo Eugenia con una sonrisa.

—La verdad es que tengo la impresión de que el uno no se juega de a dos solamente porque nos estamos atacando entre la otra todo el tiempo y jamás vamos a terminar el juego o lo vamos a terminar muy rápido es que ni siquiera tiene sentido por ejemplo esa carta ¡Donde vamos a cambiar de dirección si somos dos personas la puta madre! —dije con la mano con unas trescientas cartas.

—¿Lo dices porque estas perdiendo? —agregó con una sonrisa.— Daleeee!!! —puse una carta y ella ganó— ¡WUJUUUUUU! ¡LOSER!

—Eugenia no puedes tratar de loser a una persona con problemas mentales, te das cuenta? Encima vienes a jugar cartas conmigo y me ganas, me estás generando una frustración muy grande y voy a tener que subir la dosis de mis pastillas por tu culpa —dije lanzando las cartas mientras ella se reía.—

—Basta de hacer bromas con esta situación —dijo guardando las cartas, hablando en serio— ¿Como te has sentido?

—Mejor, me cambiaron el medicamento a uno menos intenso y ya puedo tener pensamientos —solté una sonrisa ordenando las cartas— Eso está buenísimo porque ya no me siento un zombie, he podido abrir mis sentimientos en este lugar pero a la vez siento que estoy muy frágil, todo el tiempo me siento así Euge... como si me voy a romper en cualquier momento , mi psicóloga dice que es normal porque es la primera vez que me expongo sentimentalmente de esta manera —suspiré y Euge guardó sus cartas con una sonrisa— Gracias por no dejarme —le tomé las manos y me miró con una sonrisa.

—Estoy muy orgullosa de ti mi amor —agregó con una sonrisa, de las mas lindas.

—Puedes contarme algo que me suba al ánimo? —pregunté— Háblame de que dicen los fans en twitter? ¿Te joden los paparazzis? ¿Como están las cosas con Bella? ¿Rufi? ¿Peter?

—Me encata como me hiciste veinte preguntas solo para llegar a la más importante. Veamos, la gente en twitter muy buena onda como siempre, todos los días te dejan mensajitos muy lindos cuando salgas de acá vas a tener muchas cosas para leer, los paparazzi obviamente estaban muy agresivos al comienzo porque no tenían detalles de nada, pero ahora muy normal todo. Las cosas con Bella excelente, estamos muuuuuuy bien la verdad —dijo con una sonrisa— vive con nosotras, organizó su agenda para tener todo el tiempo con Rufi lo que me viene perfecto porque estoy trabajando un montón, Rufi aprendió a leer lo que es un peligro vivo... lee todo, carteles, diarios, revistas y miró Mujercitas con Gigi ¡ME PIDIÓ EL LIBRO!

—¿Que? —solté una carcajada.— Me muero, es la esperanza de la familia.

—Y Peter me llama día por medio para saber de ti —dije con una sonrisa.— Baja de la montaña donde está viviendo, se ha portado muy bien, te pone mensajitos en las redes y todo

—¿En las redes? —dije sorprendida con una sonrisa— Pero no se fué con... no debería estar pensando en esto ahora, me muero... lo extraño muchisimo, quiero verlo y comermelo a besos —Euge soltó una sonrisa— De verdad quiero estar bien pero llevar una maldita vida normal de una vez —suspiré mirando al costado, estaba una de las organizadoras— Ok, me tengo que ir. Te amo, dale mis saludos a todo el mundo y diles que me estoy haciendo fuerte.