Desperté temprano para ir a mi clase de mi pintura donde hacía garabatos que todos mis compañeros celebraban muchísimo, me daba mucha risa pero yo obviamente me hacía la artista en el fondo siempre ha gustado ser el centro de atención. Cuando terminé, busqué mi libro en la habitación y caminé con una manzana y me acomodé bajo un árbol para leer tranquilamente.
—Sabía que te iba a encontrar acá —dijo Juana con una sonrisa— ¿Que piensas del final? —preguntó, recostandose a mi lado
—No sé si te diste cuenta que estoy leyendo aún y no llego al final del libro por lo tanto, no tengo opinión aún del final pero por lo que llevo está bueno, me encanta la visión feminista de ella que vive en una época muy diferente a la nuestra , que te pasó? —pregunté mientras cerraba el libro para prestarle atención.
—¿De verdad nunca leiste mujercitas en el colegio? —dijo riendo— Por dios, los niños de la tele siempre han sido demasiado privilegiados —lo decia una niña rica pensé pero no se lo respondí porque significaba establecer una pelea con ella y quería que me dejara en paz— No me pasa nada, estoy un poco aburrida del lugar ¿No te aburre hacer siempre lo mismo? Escuchar a esos viejos adictos depresivos que dan lastima extrañando a sus familias, por dios... van a salir de acá y se van a drogar
—No seas mala —dije con una sonrisa
—No los odias porque todos quieren una entrada para tu concierto lo que es a mi siempre me dicen cosas mala onda —dijo sorprendida, ella siempre hacía cosas desagradables como interrumpirlos cuando estaban contando sus historias— Bueno perdón por ser tan realista, desde cuando estas tan amorosa tu? El primer día dijiste que si escuchabas un segundo más a esos viejos te matabas de verdad —solté una carcajada
—Todos tenemos derecho a cambiar.
—Nosotros no vamos a cambiar nunca, somos adictos —dijo mirando hacía todos lados— ¿Piensas que este lugar existiría si la gente cambiara? —me quedé en silencio porque tenía razón— Somos los mejores clientes. Quiero conocer a Rufina
—No creo que sea buena idea, la puedes asustar con tu energía extraña —dije con una sonrisa
—Lali, estas buenisima —me respondió.
—Deberías decirme algo que no sepa —respondí con seguridad y ella soltó una carcajada—
—¿Me das un abrazo? —preguntó, me daba mucha lastima lo solitaria que era Juana. Nunca nadie la visitaba, ni ayudaba... tampoco tenía muchos amigos en este lugar porque era bastante intensa, se quedó en mis brazos por unos segundos, hasta se acomodó en mi pecho y yo continué leyendo mi libro cuando me di cuenta que no se iba a mover— Me acuerdo que yo te odié por un tiempo —soltó de golpe y la miré— Porque eras insoportable, estabas en todas las malditas publicidades... sabes que yo soy publicista? —dijo sin mirarme— no te soportaba más, nuestros clientes decían todo el tiempo "que tal Lali Esposito?" Y hablamos con tu gente pero eras imposible.
—Ahora cuando vuelvas a trabajar diles que me vas a llamar directamente y yo lo haré porque soy tu amiga en este sitio, sabes que no estás sola, no? —me miró y soltó una sonrisa.
—Que te haces la sensei si estás tan jodida como yo, leí tu carpeta... te trataste de matar? —preguntó, efectivamente era insoportable— no se si quiero volver a esa mierda, lo estudié porque mi papá me obligó, el es dueño de una multinacional y mueve todas las publicidades de las marcas más grandes como Coca-Cola, por eso jamás han hecho noticias sobre mis excesos porque tiene santos en la corte
—ese hombre debería ser mi padre y tú eres insoportable, estaba tratando de ayudarte porque se que no tienes ningún amigo en este lugar —me miró y soltó una carcajada.
ESTÁS LEYENDO
Vas a quedarte
FanfictionMariana una exitosa cantante conoce a Peter un joven de personalidad única que le ayuda a ver la vida de otra manera, juntos tienen que lidiar con excesos y grandes problemas