Cuidar a mi hermana me daba satisfacción, sentía que de alguna manera podía regresarle el 1% de todas las cosas que ella hizo por mi durante tanto tiempo, entonces Bella y yo dividimos las tareas, yo estaba mas preocupada de Eugenia y ella de Magnolia que mostró un super caracter desde el primer día que llegó a casa. El doctor nos recomendó una temprana alta y cuidados con nosotros debido a todo lo que estaba pasando con la enfermedad, era más seguro que estuviera en casa con nosotros.
—Sabes lo que es el dolor de alma? —me dijo mi hermana tratando de acomodarse— Creo que me duele el alma —solté una sonrisa y le di su calmante— Igual estoy mejor que anoche, no dormí nada y Magnolia se despertó a las cinco de la mañana, te juro que le di la teta y se la regalé con una cinta a Bella, Rufina era tan tranquilita ¿Te acuerdas? —De pronto entró Rufina con una escalera color rosa pequeña de juguete, la ubicó en un mueble y sacó una manta.
—Que haces!? —dije riendo
—Es para mi mami que se durmió en el sillón —agregó luchando con la manta más grande que ella, que ser humano por dios. —Mamá, sabes que los bebés recien nacidos lloran por tres cosas... tienen hambre, les duele la panza o tienen sueño —dijo más informada que yo— ¿Puedo darte un besito? ¿En la mano para que no te duela? —Euge soltó una sonrisa, era el fiel reflejo de su madre y mi debilidad completa— Mamá se durmió en el sillón con la mano en el coche y Magnolia está moviendo los bracitos así —nos mostró— Pero no está llorando, es muy divertida ¿Puedo cargarla?
—Puedes pero ahora la dejamos tranquilita aprovechando que mamá la pudo calmar? —dije con una sonrisa y ella asintió— ¿De donde sacaste esa información de bebé?
—Lo busqué solita, mami... como te sientes? —preguntó.— ¿Cuando te puedo abrazar?
—Mi amor, ven... dame un abrazo pequeñito —se acercó al costado de la cama y lo hizo muy suave, era un angelito.
—Voy a buscar algo de agua, quieres algo? —Euge negó.
Rufi salió y yo la seguí para ver que estaba haciendo, tapó a su mamá delicadamente y hasta se dió el trabajo de darle un besito lo que provocó despertarla.
—Mierda, me dormí la puta madre. —dijo Bella sentándose en el sillón— Estoy muerta. Tu mami trajiste esto? Que bebé más bueno —dijo guardándola en sus brazos.
—Somos un equipo —respondió ella.
—Me está costando mucho trabajo Magnolia. Tu eras un bebé mucho más tranquilita parecía que casi no teníamos un bebé acá. —Rufi sonrió y luego miró el coche de su hermana.
—Anda a dormir, yo me encargo —dije riendo
—Estás segura? Es complicada
—Soy su tía, puedo —dije acercándome a ella—Me parece que se cagó — reí
—¿De nuevo? —preguntó dormida
—Anda a descansar un ratito, yo me encargo —dejé mi vaso en la mesa.
—¿Estás segura? —preguntó dormida— No es Rufina, es como un pequeño diablito de sangre árabe. —le cerré un ojo mientras trataba de calmarla— quieres dormir una siesta con mami? —Rufi se le colgó en cuello y se fueron por el pasillo y yo la dejé en el coche mientras buscaba sus cosas para cambiarla, la última vez que lo hice fué a Rufina hace ochenta años pero esto no podía ser tan difícil—
—Veamos, me haces el favor de dejar de gritar de esta manera porque me estas haciendo doler la cabeza, muchas gracias... si dejas de llorar, te prometo que podré hacer esto con menos presión, te voy a quitar esto... Ok, no es tanto —dije con mucho asco tratando de resistir mis ganas de vomitar— entonces, te voy a limpiar este culito, sabes que? Luego no te olvides de lo que hizo tu tía por ti.
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Vas a quedarte
FanfictionMariana una exitosa cantante conoce a Peter un joven de personalidad única que le ayuda a ver la vida de otra manera, juntos tienen que lidiar con excesos y grandes problemas