Vas a quedarte 49

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Me mudé por estas últimas semanas al departamento de Lali, se iba de gira dentro de nada y estaríamos separados por varias semanas hasta que pudiera visitarla, eso me tenía con mucha ansiedad porque después de mucho tiempo nos íbamos a separar bastante y como todo el mundo sabe soy una personas bastante Lalidependiente, además me preocupaba un montón el ritmo que tenía esta gira donde iba a estar de un lado a otro, un par de semanas de descanso y luego se iba a Europa, latinoamérica y un montón de lugares que me parecían una locura, ella también estaba muy ansiosa por comenzar pero no hablaba demasiado de todos los detalles porque regresar a las pistas significaba un nuevo desafío grande y como buena reina del orgullo no quería mostrarse débil o con miedo.
Euge aprovechó que Lali aun seguía en la ciudad para escaparse por un fin de semana con Bella, todos siempre se reían de lo dominada que tenía Lali a Magnolia que lleva de apodo "terremoto" era todo lo opuesto a Rufina, a sus casi ocho meses perfilaba perfectamente con la próxima Lali Esposito.

—¿Magnolia se durmió? —pregunté mientras editaba unas fotos que tenía que enviarle a mi jefe antes de que terminara el día.

—Sí, me costó un montón porque tenía ganas de jugar y se movió por toda la cama pero por suerte lo logré, es el mejor hábito que les hizo Eugenia, Rufina también tomaba siesta de chiquita y no jodía nada, aunque a mi me divierte mucho Magnoli, es una demente ¡Estaba tratando de saltar de la cama! —dijo mirando su tablet.— Maru, no me gusta el color del body de la segunda foto además ese forro no me parece cómodo para nada, yo me lo probé dos veces y te dije que no me lo voy a poner, sacalo de las opciones último aviso —advirtió como una boss, de lo que más admiraba de ella, era lo profesional y detallista que es, siempre manejando hasta el detalle más absurdo.

—Tia, mira este tik tok que hicimos todos los me gusta que tiene —dijo Rufi mostrándole el celular— Mamá está en una super playa con el agua celeste, me va a mandar fotos de los delfines, porque Magnolia y yo no podemos ir? —preguntó

—Cuando cumplas la mayoría de edad, preguntame porque no pudiste ir a México solté una carcajada, no respetaba nada.— Mi amor, tus mamis también tienen derecho a librarse un poco de ustedes, no quieres pasar tiempo conmigo? Me voy a ir en unas semanas y te voy a extrañar mucho —Rufi corrió a sus brazos y se acomodó, siempre muy unidas.

—Mira, yo las busque en internet y se están dando besos en la playa, te leo lo que encontré? Las... vaca... ciones hot de...

—Dame eso —rió Lali— no busques estas cosas en internet, dale?  —Rufi se reía.

—Tia, piensas que yo soy linda? —preguntó.— Porque Magnolia es como una muñequita perfecta y yo no? —wow, que significaba esa pregunta, continué con mi atención en el computador pero estaba escuchando la conversación, porque una niña como Rufi preguntaba algo así?— Es que todo el mundo siempre dice, Wooooow no puedo creer lo hermosa que es Magnolia, mira los ojitos que tienen, tu ayer dijiste que es el bebé más hermoso que has visto en la vida ¿Yo no era así? —Lali se quedó en silencio, seguramente estaba un poco descolocada.— Una compañera de curso me dijo que quizás se trata de mi papá pero yo le dije que no tengo papá, entonces no lo sé. Otra compañera me dijo que toda mi familia tenía los ojos de color excepto yo —¿Que le pasa a los niños?

—¡Rufina, tu eres hermosa mi amor! ¿Por qué me estás preguntando algo así? Mírame, de que color son mis ojos? —rió— ¿Soy tu familia? —Rufi asintió— Mi amor, esas cosas son detalles que no sirven para nada, la belleza no es simplemente lo que tu puedes ver con los ojos, hay miles de formas de ser una personas hermosa aunque tu también lo eres físicamente a mi me parece que tu corazón es el mas lindo que conozco, tienes que siempre preocuparte de ser buena persona porque lo que vemos a simple vista no es para nada lo más importante. Te voy a contar algo que me pasó a mi cuando era mas chica, todas mis compañeras comenzaron a crecer un montón y a mi no me pasaba obviamente me hacían chistes, otros se burlaban pero la verdad es que nunca me importó demasiado porque yo sabía que quizás no sería una jugadora de basquetball pero si sabía que iba a conquistar el mundo —Rufi soltó una sonrisa— Adivina que? ¡Esas personas van a mis shows!

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