Un giro del destino

Un giro en el destino

¿Cómo era que el maestro Yoda la había elegido a ella de entre todas las personas para hacer esto? Suspiró, no había tiempo para detenerse, si lo que había visto en el templo jedi antes de que este fuera destruido era verdad, debía apresurarse, el maestro Yoda y ese tal maestro Qui-Jon que solo podía ver en su mente la habían puesto al tanto del presente y el futuro y porque era importante detenerlo ahora mismo. Pero ¿Cómo demonios se suponía que detendría a su maestro? ¿Al elegido? Ella, una simple Padawan que ni siquiera había completado su entrenamiento.

No tuvo tiempo de pensarlo bien, sintió que la puerta del armario de al lado se abría y Obi –Wan hacia aparición delante de Anakin en el peor momento de su discusión con Padme ¿No podía haber elegido un mejor momento? Suspiró nuevamente, Obi- Wan nunca había sido muy oportuno. Abrió rápidamente la puerta con cuidado de que no la vieran, sabía lo que pasaría, había visto horribles extractos del futuro en las visiones que Yoda y Qui- Jon habían puesto en su mente, y también sabía que no tenía la fuerza suficiente para detener a Anakin y Obi- Wan ahora mismo, debía esperar el momento exacto y que ellos no lo esperaran, aparte, alguien debía salvar a Padme que acababa de ser violentamente ahorcada por su maestro, el pagaría por eso, se aseguraría de que si, se prometió mentalmente.

Cuando la pelea de maestro y ex aprendiz comenzó, Ahsoka corrió para ayudar a Padme, apenas estaba recuperando la consciencia.

- Padme- dijo ayudándola a sentarse viendo como su maestro y Obi- Wan se alejaban luchando afanosamente.

- ¿Ahsoka? ¿Qué... Que haces aquí?- preguntó mientras tosía con dolor- Ani- dijo mirando la batalla a lo lejos.

- Vine a detener esto, el maestro Yoda me envía- dijo Ahsoka ayudándola a ponerse de pie, estaba demasiado débil, los bebes iban a nacer pronto, pero primero debía detener a Anakin.

- ¿Vienes a matarlo? Oh Ahsoka se lo que parece- dijo Padme llevando inconscientemente una mano a su cuello- pero hay bondad en el- dijo mientras Ahsoka la conducía hacia la nave y la recostaba en una camilla

- Lo sé, jamás le haría daño a mi maestro- dijo Ahsoka indicándole a C-3PO que la cuidara- lo salvaré Padme- sonrió y la senadora asintió antes de caer nuevamente en la inconsciencia, su estado era crítico, necesitaba detenerlos rápidamente o Padme y Anakin tendrían el final más trágico de la historia.

¿No podía esto haber pasado en otro lugar?- Pensó Ahsoka- odiaba Mustafar, desde aquel día en que ella y Anakin salvaron a los niños sensibles a la fuerza. Se preguntó mentalmente, si lograba salvarlo ¿Qué pensaría Anakin si supiera que los niños y jedi que mató en el templo no eran más que una ilusión, Y que los verdaderos Jedi estaban en una nave escondidos en el espacio gracias a Yoda?

Finalmente logró concentrarse solo para darse cuenta que se había demorado ya demasiado, Obi- Wan y Anakin peleaban sobre un deslizador en medio del rio de lava, corrió hacia la orilla donde sabía que ocurriría todo y se escondió tras una gigantesca estructura metálica. Luego de unos minutos su maestro y Obi-Wan habían llegado a la orilla donde todo sucedería, tenía que salvarlo, no podía dejar que ese futuro horrible sucediera.

- No lo intentes Anakin, tengo el terreno alto- Ahsoka rodó los ojos, pero tenía que hacer algo y ahora

Vio que su maestro se preparaba para saltar, y todo ocurriría, no podía permitirlo, estaba hiperventilando, olvidando todas las lecciones acerca de mantener la calma, hasta que de pronto pensó, sus sables de luz, inmediatamente cuando Anakin saltó, Ahsoka uso la fuerza para arrebatarles sus sables de luz, fue un movimiento inesperado y les quito los sables tanto a Anakin como a Obi- Wan que no tuvieron tiempo para reaccionar, el impulso de Anakin se cortó al verse desprendido de su arma y Obi- Wan solo pudo ver como Anakin se desplomaba ridículamente sobre él. Ahsoka vio los ríos de lava, y uso la fuerza para hacer que cayeran un poco más arriba, al menos ahora estaban a salvo, pero aún tenía que detenerlos maldita sea, pensó.