Un giro del destino

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- ¿Quiénes son los niños más bellos del mundo?- preguntó Ahsoka dos días después mientras jugaba con Luke y Leia ante la mirada sorprendida de los padres de los gemelos.

- ¿Crees que luego de unas horas quiera devolvértelos?- preguntó Anakin sonriendo

- No lo creo, los quiere bastante, Ahsoka se lleva muy bien con ellos

- Los quiere como si fueran sus hermanos- dijo Anakin sonriendo

- Y te quiere como si fueras su padre- sonrió Padme asertivamente

- No iría tan lejos, para ella solo soy su maestro- dijo Anakin sintiendo una calidez extraña en el pecho

- Lo que tú digas Ani- dijo Padme tomando su mano

- Apenas puedo creer que fueron gemelos, tú me hiciste el hombre más feliz de la vida- murmuró Anakin mirando a Padme totalmente enamorado

- Fue una sorpresa increíble- susurró Padme en lo que Ahsoka los miraba burlona

- Ay miren, esos son sus papás, ocultaron tanto tiempo su relación que ahora irradian amor por toda la nave- dijo Ahsoka rodando los ojos

- Pronto Lux Bonteri estará acá- sonrió burlón Anakin- podrás irradiar amor mientras lo observas

La mirada de Ahsoka no dejo de ser burlona pero prefería no recordar ese tema en particular.

- Dudo mucho que ella pueda irradiar amor- dijo Padme mirando a Anakin, estaban cada vez más cerca de Lux, y aún no sabía cómo reaccionaría su esposo si el muchacho era culpable de algo.

- Ciertamente- dijo Anakin, su sonrisa era macabra, Padme pensó que a veces no necesitaba pasarse al lado oscuro para ser realmente macabro.

Los jedi se estaban recuperando, Mace Windu increíblemente estaba totalmente recuperado, aunque Anakin sentía el odio con que lo miraba, lo entendía le había cortado las manos al hombre, y por si fuera poco su sable de luz había sido dañado y debió ocupar otro.

Ayla secura, seguía en estado grave, mientras que Luminara tenía bastantes dificultades para caminar, sin embargo ella no lo culpaban, Luminara sabía de cerca lo que era caer al lado oscuro, su propia aprendiz se había pasado al lado oscuro.

Yoda había estado meditando casi dos días seguidos, era inquietante saber que él ahora podía comunicarse con Qui Gon

- ¿Realmente piensas ir Padme?- preguntó Obi- Wan

- No me quedaré sentada viendo como el imperio toma el control de todo

- Pero los niños, acaban de nacer- dijo Obi- Wan- aun no te recuperas

- Me aterra la idea de dejarlos- admitió Padme- pero estarán bien acá, no habrá peligro

- Anakin jamás dejará que te pongas en peligro

- Él no puede tomar esa decisión por mi

- No puede- dijo Obi- Wan- pero eso no impedirá que lo haga

- ¿Podrías ayudarme?- sonrió Padme y Obi- Wan temió que pidiera eso, Anakin jamás cedería, y tenía razón, Padme no podía arriesgarse tanto.

- Está bien- termino aceptando con resignación

Obi- Wan camino hacia la habitación donde estaban los gemelos junto a su padre, era casi cómico ver a Anakin meciendo a dos gemelos que no parecían querer dormirse, estaba contento por su ex aprendiz, pero dudaba que el fuera a estar muy contento con lo que venía a decirle.