Gran parte del encanto de la fantasía, radica en las majestuosas criaturas que habitan el universo mágico. Por supuesto, nunca falta dentro de una gran historia aquel ser que nos roba el corazón por su humildad, inocencia y/o sabiduría o al que le t...
Los sátiros eran criaturas que acompañaban a los dioses Pan y Dionisio, vagando por bosques y por las montañas.
ASPECTO.
A pesar de que se les representaba de diversas formas, la más común era la de un ser mitad hombre mitad carnero, con orejas puntiagudas, cuernos, mucho cabello, nariz chata, cola de cabra y priapismo (erección continua y dolorosa).
Los sátiros no tenían un equivalente femenino y siempre eran hombres. A pesar de ello posteriormente los poetas inventaron que si existían del sexo opuesto.
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MITO.
Los sátiros eran conocidos en la mitología griega por su gran apetito sexual y por su carácter despreocupado, cruel y lascivo.
En un fragmento de Hesíodo se les relaciona como hermanos de las ninfas de montaña y de los curetes y se les describe como criaturas inútiles e incapaces de trabajar. De hecho, se sabe que les encantaba perseguir a las ninfas y que tenían ambición de superioridad. También se les relaciona con los faunos y se piensa que tendrían parentesco.
Estos seres, junto a las menádes (seres femeninos divinos), formaban el cortejo dionisíaco que acompañaba al dios Dionisio. Se les consideraba criaturas o seres sensuales, pero poco confiables, incluso impredecibles, impulsivos y caprichosos. En definitiva, tenían mala fama debido a que se eran divinidades hostiles que asaltaban a animales, mataban rebaños y atormentaban a las mujeres.
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