El Fénix se trata de un ave legendaria, originario de Libia y de Etiopía, cuyo cuerpo tiene la capacidad de emitir luz.
APARIENCIA.
Se le representa como un enorme pájaro, envuelto en llamas y con un plumaje rojo debido al fuego. En la antigua Roma se decía que sus plumas estaban deliciosamente perfumadas. Asimismo, también creían que sus lágrimas eran curativas y que tenía una gran resistencia física, así como una sabiduría infinita.
EL MITO.
Según el cristianismo, el Fénix vivía en el Jardín del Edén y cuando Adán y Eva fueron expulsados y el ángel los desterró, despidió una chispa de su espalda que encendió el nido de esta ave, provocando llamas que determinaron que ardiese hasta ser consumido. Pero como se trataba de la única bestia del Edén que no había probado la fruta prohibida, y, por ende, caído en la tentación, se le concedió la inmortalidad y resurgió de sus cenizas.
Posteriormente, esta ave ponía un huevo en su nido y lo empollaba por tres días. Llegado el tercero, el Fénix se consumía nuevamente y resurgía del huevo. De esta manera fue como el Fénix se convirtió en un símbolo de inmortalidad y de resurrección. Era considerado un semidiós y un animal sagrado.
Según Heródoto, Plinio el Viejo y Epifanio de Salamina esta ave solo existía en Egipto y volaba al altar de Heliópolis cada quinientos años, donde se incendiaba y renacía al día siguiente. Allí era llamado Bennu y para ellos simbolizaba las crecidas del Nilo, la resurrección y al Sol, que muere y renace cada día.
Pero no hay que olvidar que se trata de un emblemático ser mitológico presente en muchas culturas y doctrinas. Por ejemplo, podemos encontrarlo en antiguas poesías árabes o en China, representa el ying y el yang. También en Japón se trata de un ser muy importante, pues el Fénix es llamado Suzaku y es el guardián del punto cardinal del sur, además de representar el elemento del fuego.
EL HOMBRE Y EL AVE FÉNIX.
Según Carl Gustav Jung, el ser humano y el ave fénix tenían muchas similitudes. El ave emblemática era capaz de elevarse majestuosamente de las cenizas de su propia destrucción para renacer. Y de ahí nació el símbolo del poder de la resiliencia, que es la capacidad inigualable de no perder la esperanza y de levantarnos cada vez que nos caemos, volviéndonos gracias a la adversidad en personas aún más fuertes y más valientes.
¿Que os ha parecido? ¿Creéis que el Fénix tiene relación con el ser humano? ¿Habíais oído hablar de él?
Escrito por Annie_CN.
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Bestias de ensueño
AcakGran parte del encanto de la fantasía, radica en las majestuosas criaturas que habitan el universo mágico. Por supuesto, nunca falta dentro de una gran historia aquel ser que nos roba el corazón por su humildad, inocencia y/o sabiduría o al que le t...