Gran parte del encanto de la fantasía, radica en las majestuosas criaturas que habitan el universo mágico. Por supuesto, nunca falta dentro de una gran historia aquel ser que nos roba el corazón por su humildad, inocencia y/o sabiduría o al que le t...
El León de Nemea fue un despiadado monstruo que vivía en Nemea. Se le suele considerar hijo de Tifón y de Equidna o de Ortos y de Quimera, aunque también se ha dicho que cayó de la luna, como hijo de Zeus y de Selene.
APARIENCIA.
Tenía un pelaje dorado inmune a los ataques de las armas y sus garras eran más afiladas que las espadas mortales, pues se decía que estás podían cortar cualquier armadura.
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EL MITO.
El León de Nemea fue enviado a Nemea (en el Peloponeso) para aterrorizar la ciudad. Según una de las versiones del mito, secuestraba mujeres hermosas y se las llevaba a la guarida. Cuando los caballeros y los guerreros de ciudades cercanas iban en busca de estas jóvenes para salvarlas de su destino se encontraban con la mujer herida corriendo hasta ellos. Cuando estas estaban muy cerca se terminaban convirtiendo en león y mataban al guerrero, devorando sus restos y entregando los huesos a Hades.
HÉRCULES Y EL LEÓN DE NEMEA.
La primera de las doce labores encomendadas a Hércules por el rey Euristeo fue matar al león de Nemea.
Mientras el héroe buscaba al león decidió hacer unas flechas para usarlas contra él ignorando que las armas no afectaban al animal. Cuando le encontró y le disparó con el arco la flecha rebotó en el muslo de la bestia.
Después de mucho tiempo Hércules consiguió hacer retroceder al León de Nemea hasta su guarida y como esta tenía dos entradas el héroe bloqueo una de ellas para que no pudiese escapar. En la oscuridad logró aturdir al animal con su garrote, este le mordió en el dedo, pero cuando Hércules tuvo la ocasión lo estranguló hasta matarlo.
Una vez muerto intentó despellejar al león con su cuchillo, pero todo lo que intentó fue en vano. Atenea, percatándose de su situación le aconsejó a Hércules usar las garras del león para cortar su propia piel.
Cuando volvió el trigésimo día llevando la piel del león en los hombros el rey Euristeo, sorprendido y aterrado a la vez, felicitó al héroe, pero le prohibió la entrada a la ciudad. A partir de ahí mostraría los resultados de sus labores fuera de las puertas de la ciudad.
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¿Que os ha parecido? ¿Que estrategia usaríais si fueseis Hércules para matarle?
