El ojiverde cerró sus ojos con fuerza, apretando sus párpados y pidiendo al cielo con desesperación que alguien apareciera en las escaleras y se percatara de la situacion.
— Zayn... Por favor... ¡Pa-Para!— Suplicó con voz temblorosa, sintiendo los labios del morocho en la piel sensible de su cuello.
Las manos del morocho comenzaron a pasearse por el torso del menor, descendiendo hasta sus muslos. Los ojos del rizado estaban húmedos, algunas lágrimas comenzaron a escapar por la fuerza en que apretaba sus párpados y por el pánico que sentía al no recibir respuesta alguna de su cuerpo a pesar de la rapidez en que su corazón latía. Estaba congelado.
— Za-Zayn... Dé-Déjame... Esto no es divertido.— Pidió con voz chillona, sintiéndose impotente al no poder mover un dedo siquiera.
Antes de que las manos del morocho llegarán a conocer lo que realmente se encontraba entre las piernas temblorosas de "la rizada", fue tomado violentamente por el cuello y, sin dudarlo, golpeado fuertemente en el rostro por el puño de un castaño preso de la ira.
Finalmente, el cuerpo del rizado respondió. Su respiración estaba entrecortada, las lágrimas caían de sus ojos, imparables.
Los brazos del ojiazul se apresuraron a rodear al ojiverde, estrechandolo con fuerza mientras acariciaba sus rizos desordenados, los cuáles ya no formaban más parte de un pretencioso peinado.
— Todo está bien Harry, estoy aquí.— Calmó, sintiendo los fuertes latidos del corazón del contrario.
El rizado respondió el abrazo del castaño, clavando los dedos en su espalda con desesperación mientras sollozaba en su hombro.
— Voy a terminar con esto, ¿De acuerdo?— Indicó, alejando suavemente al menor y acariciando su rostro con dulzura.
— No tienes que hacerlo Louis, puedo defenderme ahora, sólo necesitaba...
— Voy a terminar con esto.— Repitió con seguridad.
Le sonrió cálidamente, indicando que todo estaría bien. Se dió la media vuelta preparado para el siguiente golpe, pero no esperaba que ese golpe fuera para él. Ni el siguiente, y mucho menos el siguiente.
— ¡Louis!—. Exclamó el ojiverde, horrorizado.
— ¿Qué está ocurriendo?— Cuestionó Charlotte, quién al notar que algo extraño ocurría por la ventana, había decidido subir. Al mirar a su hermano tumbado en el suelo, a un morocho con la nariz probablemente rota y a un rizado asustado en un rincón, quedó desconcertada. — ¡Louis!— Exclamó asustada.
El rizado se apresuró a tomar la cabeza del castaño, arrastrándose en el suelo para quedar junto a él, y así aseguarse de que aún estuviera consciente.
— ¡Vete de aquí!— Ordenó la teñida, mirando fulminante al morocho.— ¡Largo!
Zayn le sonrió cínicamente, forzando una risa arrogante y, después de limpiar la sangre que escurría por su nariz con el dorso de su mano y de dirigir una última mirada al rizado, caminó a las escaleras dispuesto a marcharse.
— ¿Es todo lo que tienes?— Preguntó el ojiazul, incorporándose con dificultad.
— Harriet...
— Yo me encargaré de él... Tú ve a controlar el ridículo que seguramente Tommy sigue haciendo.
La morena esbozó una pequeña sonrisa divertida, pasando después a un gesto de lástima al ver el rostro herido de su hermano.
— Gracias—. Susurró tímidamente, regalándole una sonrisa sincera y, sin más que agregar, bajando las escaleras para salvar nuevamente la reputación de su pareja.
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| Pretty Lie | Larry Stylinson
Fiksi PenggemarLouis necesita una compañera de último momento para la boda de su hermana, Charlotte, con el único propósito de demostrar a su padre que puede lograr lo que se proponga. A falta de tiempo, pide ayuda a su mejor amigo, Harry Styles, quién en un inici...