El semblante de Louis expresaba ansiedad, temor y un ligero toque de esperanza mientras buscaba entre los tantos rostros que habían en la estación el de la persona de la que estaba enamorado.
— Harry... Harry...— Susurraba, acelerando el ritmo de sus pasos en dirección a la pantalla que mostraba el destino y horario de cada tren.
En cuanto su mirada reconoció las palabras "Doncaster-Londres", rápidamente se dirigió a la salida que era indicaba, siendo detenido por el encargado de recibir los billetes antes de que el castaño pudiera dar un paso al interior.
— No puede abordar el tren sin antes haber hecho entrega de su billete, ¿Dónde está?—. Cuestionó el hombre.
— No tengo un billete pero necesito...
— Entonces le pido de la manera más atenta que compre su billete y espere a abordar el siguiente tren.— Interrumpió.
— ¿¡El siguiente tren!? ¿Está usted loco?—. Exclamó, abriendo los ojos a tope, desapasible.
— Por favor, cuide la forma en que se expresa o me veré obligado a llamar a seguridad—. Pidió el contrario, comenzando a exasperarse.
El castaño bufó, se colocó de puntillas con la intención de ver el interior del tren en busca de aquella característica melena rizada de Harry, pero era demasiado tarde; El tren comenzaba a avanzar.
— Vaya y compre otro billete, el siguiente tren sale en veinte minutos—. Indicó el hombre.
Louis cerró ambos ojos sintiéndose abatido y miserable. Agradeció con una ligera inclinación de cabeza y se dió la media vuelta, resignado a ser detestado por el rizado.
Al levantar la mirada, pudo sentir el oxígeno regresando a sus pulmones, su corazón volviendo a latir dentro de su pecho y el vacío en su estómago siendo llenado nuevamente. ¿Había llegado al punto de imaginarlo de manera que parecía completamente real? ¿O era que Harry estaba realmente de pie frente a él?
— ¿Ha-Harry?—. Preguntó, sintiendo los fuertes latidos de su corazón por encima de su camisa.
— Viajar en tren es absurdo, no pueden reembolsarte si lo pierdes—. Indicó el rizado, formando un puchero con sus labios.
Ambas comisuras se levantaron en el rostro del ojiazul, quién, desesperado y aliviado por tener nuevamente al rizado cerca, se encargó de romper con la corta distancia que los separaba, rodeándolo en un necesitado y cálido abrazo.
— ¡Oh Hazzie!—. Exclamó, liberando el aire contenido en sus pulmones.
El aludido esbozó una sonrisa tímida, rodeando de igual manera al mayor con ambos brazos.
— Tenía tanto miedo, no puedes imaginarte lo terrible que me sentí al ver el tren marcharse e imaginar que podría perderte—. Susurró el castaño, conteniendo la necesidad que tenía de sollozar.
— Dicen que... Lo que es tuyo te espera, lo que no, se va... Yo soy tuyo, así que no podía marcharme.— Se justificó, sintiendo un ligero cambio de temperatura en su rostro.
El ojiazul sonrió enternecido, cerrando sus ojos y pidiendo al cielo que el abrazo nunca terminara. El dulce aroma del rizado lo era todo en ese momento para Louis, no necesitaba más.
— Además, no pensaba comprar otro boleto, esto es un robo.— Se quejó el ojiverde, frunciendo el ceño.
El mayor soltó algunas risotadas, sintiendo una explosión de felicidad en su pecho al contar con la oportunidad de escuchar su voz otra vez.
ESTÁS LEYENDO
| Pretty Lie | Larry Stylinson
FanficLouis necesita una compañera de último momento para la boda de su hermana, Charlotte, con el único propósito de demostrar a su padre que puede lograr lo que se proponga. A falta de tiempo, pide ayuda a su mejor amigo, Harry Styles, quién en un inici...