Capítulo 1.

4.8K 449 140
                                    

Las miradas entre Jeremy y Liam no habían parado el resto de la noche, eran disimulados, pero ambos sabían lo que estaba pasando. Cada tanto, volteaban a verse, se sonreían e ignoraban a su respectivo grupo de amigos. El rizado simplemente porque no tenía nada que aportar a la conversación, mientras que el mayor prefería concentrarse en el hecho de que había vuelto a ver al chico luego de varios años.

Casi había llegado la hora de marcharse, por lo que Jeremy decidió ir al baño, se le dibujó una sonrisa cuando pudo ver a Liam entrando al cuarto por el reflejo, mientras se lavaba las manos.

─Esto me trae recuerdos─ sonrió Jeremy.

─Puedo decir lo mismo.

Tomó un par de servilletas para secarse las manos, lanzándolas al tacho de la basura antes de acercarse a Liam  discretamente.

─Bueno, ¿Vas a pedirme mi número?

─No lo sé, ¿Vas a dármelo? No quiero tener problemas con tu... Ya sabes, tu mascota sexual. 

Jeremy volvió a reír. Oliver siempre andaba metiendo la pata con sus ocurrencias, sin embargo, Liam se lo había tomado como lo que era, una simple broma. El rizado dio dos pasos más al frente, quedando cara a cara con el más alto, por algún motivo la adrenalina no había cesado. Nuevamente se sentía ese adolescente emocionado frente a un universitario apuesto que conducía una motocicleta, sólo que quizás con el hecho de que quien estaba nervioso no era él esta vez. 

─No lo creo─ murmuró, mirándole descaradamente la boca.

─ ¿Sabes? Me sorprende lo mucho que has cambiado─ No podía evitar mover las manos nerviosamente, sin saber que tenía el permiso de tocarle─. Te recordaba más... Tímido. 

─Es lógico, soy un adulto ahora. 

 ─Y de todos modos sigues siendo igual de lindo que cuando te vi por primera vez.

─ ¿Lindo?─ rió, poniendo los ojos en blanco─. ¿Eso te parece un buen cumplido?

─Es que...

Antes de que pudiera justificarse de una manera o de otra, Jeremy empujó su pecho un poco más contra la pared, pegando su espalda completamente a ella, e inclinó su cuerpo al ponerse en la puntas de sus pies para alcanzar sus labios. El beso fue tan simple como un roce de seda, eso fue lo que Liam sintió, mientras las manos del rizado comenzaban a subir, desde la cintura del mayor, por su abdomen, hasta su pecho, y luego a su cuello. 

Por algún motivo, le estaba resultando demasiado suave el modo en que se estaban besando, demasiado tranquilo, y por provocarle, le mordió el labio con algo de fuerza, consiguiendo que Liam se apartara de pronto.

─Auch─ Se quejó, llevándose una mano a la boca─. ¿Y eso por qué fue?

─Para que te avives. Dame tu teléfono─ Liam se lo entregó, sin poder evitar sonreír cuando vio a Jeremy anotar su número en él, al devolvérselo, agregó─. Llámame.

─Estoy conteniéndome para no llamarte ahora mismo.

─ ¿Qué piensas decirme?─ Arqueó una ceja, aguantando una sonrisa. 

─Bueno, te invitaría a salir.

─ ¿A las dos de la mañana? Eso suena más a que me invitarías a tu departamento─ Algo se estaba revolucionando dentro suyo, por algún motivo necesitaba probarle que ya no era un adolescente─. Y ambos sabemos como acabaría eso.

Sin agregar otra palabra, caminó dos pasos hasta la puerta, y sacudió un poco la mano antes de retirarse. La emoción le estaba carcomiendo por dentro, Clarice le esperaba en la puerta junto a Marcel, quienes le informaron que Oliver se había retirado anticipadamente. No fue una sorpresa, ya le había comentado que no podía quedarse mucho, así que acabó por despedirse del dueño del bar antes de subir al auto con su compañera de trabajo, a quien tendría que dejar en casa tan pronto como fuera posible.

Cazando al Baby Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora