Capítulo 14.

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Liam le envió un mensaje a Carter para que pasara a buscarle por casa de Jeremy. No tenía auto, ni dinero para tomar el autobús, y no quería molestarle pidiéndole que le diera un aventón. 

Estaba profundamente cansado, aunque no podía dejar de pensar en que el rizado había tenido la intención y el descaro de intentar despertarle con una mamada. En ese entonces maldijo su sueño profundo, pudo tener la oportunidad de un polvo matutino, pero lo arruinó. La respuesta de su primo llegó pronto, diciéndole que tenía unas cosas que hacer antes, que debería esperar, así que Liam consideró que quizás podía darse el tiempo para intentar convencer a Jeremy de entrar a la ducha con él, sin embargo la vergüenza de decepcionarle con lo que había pasado en la cama al no despertar aún cuando estaba recibiendo tanto placer, le impidió hablar. 

Se tomaría su tiempo para tocarse a sí mismo, hasta quedar satisfecho. Esperaba que al rizado no le molestase que demorara un poco más en la ducha. 

Mientras tanto, Carter decidió salir de inmediato. Buscaría a su primo, y de paso, ahora tenía la dirección de Jeremy, por lo que la sonrisa no se le borró ni subiéndose al auto. 

El rizado estudiaba sobre el sofá, con las gafas puestas. Decidió descansar la vista apropiadamente por el día. Apostaba a que Liam todavía no se había levantado de la cama, pues no oía el ruido del agua corriendo. Se sacó el bolígrafo de detrás de la oreja para hacer una anotación al margen, antes de llevarse la base a la boca. 

Debía admitir que quizás estaba un poco molesto porque no fue capaz de despertarle, pero eso solo le hizo dudar sobre sus habilidades para chuparla, ¿Quizás no era tan bueno como Carter le había hecho creer? Mierda, no debía pensar en eso, mucho menos en él, teniendo en cuenta que ahora se acostaba con su primo. 

La puerta fue tocada, y creyendo que se trataba de Oliver, se incorporó, con el libro en la mano. Le diría que comenzara a hacer el almuerzo, después de todo, siempre que comían en la casa del otro, el invitado cocinaba. 

Apretó la tapa dura del libro bajo su mano al encontrar a Carter del otro lado, con una sonrisa, y su característico porte elegante que le había hecho perder la cabeza en su primer encuentro. 

─ ¿Qué haces aquí? ¿Cómo encontraste mi casa?

─Es un bonito lugar─ Carter intentó pasar, pero Jeremy puso una mano sobre el marco de la puerta para detenerle, justo cuando el sonido del agua cayendo comenzó a sonar─. Veo que el apartamento que tenías antes te quedó chico.

─Lárgate. 

─Vine a recoger a Liam, ¿Por qué no me invitas un café mientras le espero?─ Jeremy maldijo en su interior que la relación entre ambos fuese tan cercana. ¿Cómo no podía llevarse mejor con Vincent para pedirle esta clase de favores? Era mucho más agradable, más relajado que el vejete─. A no ser que quieras dejarme esperando afuera. 

─Por mí puedes derretirte al sol o espera en el auto. No tengo por qué hacerte pasar. 

─En eso tienes razón─ Se cruzó de brazos─. Excepto por el hecho de que Liam se enterase. 

─ ¿De qué se va a enterar? Le avisaré que llegaste para que se apresure, así que vuelve a tu auto. 

─Tú sabes muy bien de lo que se va a enterar─ Sostuvo la puerta antes de que Jeremy la cerrase, tenso ante la amenaza─. Déjame pasar, prometo que no voy a tocarte. 

─Has caído bajo, Carter─ gruñó. Escuchar su nombre en esos labios le sonaba a falta de respeto, y eso le generaba escalofríos─. Mira que amenazarme con esto sabiendo que tú quedarías aún peor parado que yo. 

Cazando al Baby Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora