Capítulo 24.

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Todos almorzaban la lasagna de verduras que habían preparado entre Oliver y Teresa. Jeremy apenas tenía apetito por todo lo sucedido la noche anterior. Su cuerpo aún resentía un poco todo lo que había pasado, pero hizo un esfuerzo para comer. Sabía el empeño que ambos le habían puesto a la comida. 

Dave limpiaba la boca de Jackie de vez en cuando, regañándola para que se comportase. Ella, incluso a su edad, era muy capaz de comer sin ensuciarse... Demasiado. El chiste parecía ser que ahora se ensuciaba a propósito, porque no le fanatizaban las verduras. 

─Quiero con carne─ Se quejaba ella. 

─ ¿Sabes que la carne que comes son animalitos muertos, cierto?─ La increpó Oliver, haciéndola rabear. 

─Ya te dije que no le digas esas cosas a la niña─ Masculló Dave─. Si decide no comer carne en el futuro será su decisión, no la tuya, joder.

─ ¡Ich will Fleisch!─ protestó de nuevo.

Teresa no podía estar más desinteresada en el conflicto, revisando su teléfono con gesto de preocupación. Jeremy fue el único en notarlo, mirándola hasta que ella se sintió incómoda, levantando la mirada para ver quien estaba viéndola, encontrándose con que era el rizado. 

─ ¿Pasa algo?─ preguntó en voz baja.

─El padre Reyndols─ Le dio el teléfono, con una respuesta en el mismo tono─. Es sobre Nicholas. 

─No jodas. 

Tomó el móvil, leyendo los mensajes. En ellos, el cura pedía encarecidamente si podía, por favor, concenderle a Nicholas una reunión con la niña. Evidentemente la vida del sujeto estaba descarriada, necesitaba algo que le volviera a centrar, pero Teresa no quería que su hija tuviera que lidiar con ello. Daba por hecho que las preguntas sobre su padre incrementarían más y más. Maldijo el día en que Jaques y Nicholas decidieron enlistarse en el ejército. Había sido su culpa también enamorarse de él, no intentar impedírselo, mas era tarde para lamentarse. Todo lo que pudo hacer fue suspirar cuando Jeremy torció la boca en un gesto de desagrado. 

─No sé que hacer─ señaló con la mirada a Oliver, que discutía con Jackie. Ella insultaba en alemán, y el solista pretendía entender qué decía con rostro de indignación─. No estoy lista para lo que sea que vaya a pasar.

─Entonces dile que no, si tampoco tienes ninguna responsabilidad. 

─Es una responsabilidad afectiva─ le contradijo─. Me preocupa, nosotros éramos amigos desde pequeños. Con todo lo que pasó... Me siento culpable de no darle una oportunidad con mi hija. Todo lo que hice fue llamarle cuando me enteré que volvió, ni siquiera fui a verle.

─Mierda, Teresa... No lo sé. Sabes que no quiero que la mierdecilla─ Se refería a Oliver─. Se involucre con quien tú sabes. Va a terminar pasando tarde o temprano. Ambos lo sabemos. 

─Cuento con Dave en cualquier caso─ La cara de Jeremy significaba que básicamente estaba dejando el problema al aire─. Oye, esta es la última. ¿Me oyes? No toleraré otra estupidez así de su parte.

─Escuché estupidez, ¿Están hablando de mí?─ dijo Oliver, llevándose un bocado de lasagna a la boca. Ante el silencio entre ambos, asintió─. Que bonito que me incluyan en la conversación.






─ ¿Me quieres explicar esto?─ James aventó el teléfono desbloqueado de Nicholas sobre la mesa donde hacía cuentas sobre las facturas a pagar. Él apenas pudo suspirar─. No puedo con esto, Nick. No puedo seguir así. 

Cazando al Baby Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora