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Miré como una mujer joven bajaba de su automóvil negro, y detrás de ella habían dos chicas, que suponía que eran las primas de Dua. Una rubia y la otra morena, ambas altas y con delgados cuerpos que se ocultaban bajo sus vestidos.

Dua me miró desde la entrada de su casa y me levantó el dedo de enmedio. Que grosera, señorita.

Vi como saludó a cada una de las mujeres, y le dijo algo a la última. Ella giró un poco y sin esperarlo, saludó en mi dirección.

Yo le sonreí de regreso y levanté la mano, haciendo un gesto amable hacia aquella atractiva mujer. Era más joven de lo que imaginaba, y no tenía ningún rasgo parecido a Dua. ¿Por qué no había venido a visitar a Dua antes?

Pasando la media tarde, salí a pasear en caballo con la intención de cruzarme con Dua, así que me adentré por el pequeño sendero que guiaba hacia el lago, justo donde siempre solía encontrarme con mi mejor amiga.

A lo lejos, miré a Dua junto a una mujer, seguramente alimentando a los patos que nadaban en el agua cristalina y tranquila.

Me fui acercando al lugar, obteniendo la mirada de aquella atractiva mujer quien notó de primero mi presencia, y seguida de ella, Dua.

—Buenas tardes.

Ellas me saludaron de regreso y desde arriba del caballo admiré a la mujer que se encontraba al lado de Dua.

Es verdaderamente hermosa.

—Me dijo Dua que iba a visitarla su tía y supongo que usted es esa bella mujer.

Ella pareció algo confundida pero asintió y sonrió. A su lado, Dua sólo me lanzó una de esas miradas que dicen "esfúmate ya mismo".

—Soy Dacre Montgomery, el vecino y mejor amigo de su sobrina.

Bajé del caballo y me acerqué a saludarla con un beso en la mano. Dua seguramente ya me había golpeado varias veces en su mente por comenzar a coquetear con su apreciada tía, pero eso a mí poco me importaba.

—Soy Camila Cabello...—miró a su sobrina y continuó-la tía de Dua, encantada de conocerte.

—El gusto es mio. Y disculpen si las interrumpo, las ví de lejos y quise acercarme a saludarlas.

Dua sonrió forzadamente.

—Le estaba mostrando el lugar a mi tía.

—Perfecto, yo igual me apunto para enseñarle—le sonreí a Camila.

—Y también le contaba cosas sobre la familia—me dijo Dua, un poco más cortante.

—Conozco a toda la familia, ¿cómo es que usted no se había atrevido a visitarnos por aquí?

—Dacre—Dua habló rápidamente.

—Es curiosidad—me defendí.

La más joven iba a detenerme de nuevo pero Camila respondió antes sin molestarse.

—Porque estoy recién casada con el tío de Dua.

—Así que fuiste a una boda sin mí—acusé a Dua. Ella negó, y miró hacia otro lado.

—No fui a la boda.

—¿Y de dónde es usted?-pregunté.

—De Miami, pero viví por un tiempo en Virginia, y mi esposo decidió venir por unos meses aquí para probar la vida inglesa.

Virginia. Justo el lugar donde hace un par de años Dua se fue a vivir.

—Le va a gustar.

—Esperemos que sí.

—Dua y yo nos encargaremos de que así sea—le guiñé a Dua mientras buscaba mi cigarrillo y el encendedor, ofreciéndoles a ellas sin que lo aceptaran.

—Así que te gustan los caballos—comentó Camila, mirando a mi caballo negro que descansaba detrás de mi.

—Si, pero me gusta más montar a las yeguas—Dua sonrió pervertida—son salvajes, ligeras y bastante competitivas.

-A mi también me gustan más las yeguas—me respondió Camila, y yo giré a verla. Vaya, vaya—aunque tengo a una rebelde que ya no se deja domar.

—Podría ayudarla.

—Seguro.

—Bien, ya que hablan de caballos y entrenamientos, ¿por qué no continuamos con el camino?—comentó Dua.

—Por supuesto—respondí, dejando que el humo del cigarrillo volara en dirección contraria a la que había llegado—yo debo irme, pero fue un encanto conocerla, señora Camila...y Dua, cuida mucho a tu tía.

Me despedí de ellas para subir a mi caballo y regresar por el sendero.

Camila y Dua tienen una peculiar forma de tratarse, de eso puedo estar seguro. Como se miran, como hablan y como se entienden, como si tuvieran un secreto por esconder.

¿Habrán matado a alguien? ¿Me odiarían por sentirme atraido por ambas? ¿Monta yeguas o mujeres? ¿Por qué los patos no se hunden en ese estanque?

DADDY »	duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora