11

359 52 17
                                    

CAMILA POV

Dacre Montgomery. Ese chico me estaba dando más problemas de los que había imaginado.

El mejor amigo de mi chica, enamorado de ella desde que era un pequeño niño inocente, me daba un poco de preocupación. Es tan...difícil de explicar, y contener.

No me gustaba en nada que estuviera con Dua, pero no podía prohibirle nada a mi novia. Estaba todo el tiempo buscando cómo provocarnos, sin saber que Dua y yo estamos juntas.

Había dos cosas que me preocuparon desde el primer día que llegué al pequeño pueblo de Inglaterra. La primera era que Dua me había presentado como su tía, y no como su pareja. La segunda era que estaba probando hasta dónde era capaz de llegar aquél chico...Y si que había llegado lejos.

Era casi mediodía cuando Dua y yo fuimos al lago. Había visto a Dacre salir desde la mañana y estaba segura de que en cualquier momento estaría por el bosque, el siempre va al bosque, y ahí quería dejarle las cosas claras sin decir una sola palabra.

—Amor—llamé a Dua, y ella me miró.

—¿Qué pasa?

—Ven aquí, cariño—extendí la mano para que se acercara hacia mí. Dua tomó mi mano y le pedí que se sentara a mi lado. Le di un beso rápido y la miré a los ojos.

Yo ya la había visto besándose con Dacre, dos veces. Y ella sabía lo que había sucedido en mi habitación con ese chico.

—No quiero compartirte con nadie más.

Dua sostuvo mi mirada y sonrió un poco, triste.

—Yo tampoco.

—Lo de Dacre ha sido un error y...—no terminé de hablar, ella presionó un poco su mano con la mía y continuó.

—No, yo fui la del error.

—No, fuimos las dos—corregí—ambas.

—Ambas—repitió—lo hicimos mal.

Suspiré y ella bajó su mirada, la notaba tan pensativa desde que llegué a este pequeño lugar. No habíamos hablado mucho.

—No sé por qué lo hice—me dijo casi en un susurro.

Yo si sé, la conozco. No lo había notado a tiempo pero luego comencé a sospecharlo. No debí estar tan ocupada en la mudanza ni en los problemas de casa ni en los constantes conflictos con mis hijas por su padre.

—Porque quieres más atención de mí y lo nuestro no estaba siendo como antes...

Dua detuvo un poco sus caricias en mi mano, pero luego siguió. Yo no me estaba equivocando.

Sostuve su barbilla con mi otra mano para que me mirara de nuevo, y así lo hizo. Me encanta tanto.

—Tienes todo de mi, amor.

—Te besaste con él—acusó.

—Yo no lo besé primero. Y además, estaba probando hasta dónde es capaz de llegar contigo.

Fue una estupidez.

Dua detuvo sus caricias y su expresión cambió. Ya estaba molesta de nuevo, como el día en el que le conté lo que había sucedido entre Dacre y yo.

—¿Por qué? ¿Por qué lo haces?

—Porque he visto cómo te mira, cómo te desea y cómo también quiere algo conmigo. No me gusta que esté cerca de tí.

—Pero yo no lo permitiría nada.

—Ni yo.

—Entonces...¿por qué lo hiciste? ¿acaso no confías en mí?

DADDY »	duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora