Volvere a ti (Completa)

Capítulo 33

Estuve  herida arrededor de toda mi vida, mis heridas sanaban y surgían de nuevo, pero aun asi siempre me mantenia en pie.

Ahora no estaba segura si al separarme de Pit podría estar de pie como antes, este adiós provocará irremediablemente en mi una herida insostenible, antes sufría por un amor anhelado, una ilusión basada en recuerdos, un amor de adolescencia que con tan solo un rose de labios fue capaz de mantenerse durante mas de vente años intacto, como haría ahora para dejar de pensar en cada caricia, cada beso y como penetro en cada parte de mi ser.

El lleno todo mi cuerpo y alma de un placer indescriptible, toco cada fibra de mi, su amor me arropo de manera arrolladora, tengo que decirle adiós y no se como hacerlo, acumulares más años de sufrimiento? sera esto lo mejor para todo? mi corazón se enfermara? no se que pasara, que no deparará el destino, pero algo tengo seguro sufriré mucho, desde ya tengo miedo y me duele profundamente el corazón.

Llegamos a su casa en total silencio, no queria hablar entendia que si lo haciamos podrias entorpecer la magia que se produciría hoy, solo quería una cosa, hacer el amor, entregarme sin reservas, disfrutar de nuestro último día juntos, este día no se iba a repetir jamas, quería disfrutarlo, atesorarlo en mis pensamientos, cada momento cada instante para mas tarde llenarme con sus recuerdos.

Subimos a su habitación, besandonos desenfrenadamente, nos convertimos en una roja pasión  de desenfreno, su ternura abrazo el fuego que yo había encendido entre los dos, mientras yo sabía que era el último día saboreando y teniendo cada rincón de su piel en mi, el me besaba y amaba con calma, como estudiando y retratando cada momento en su memoria, llego un punto en que los dos a nivelamos la intensidad para entregarnos mutuamente, llegamos a lugares de placer desconocido donde solo existian olores, sabores y sensaciones, para mi era la forma perfecta en que nos amábamos y entregabamos el uno al otro, nos elevábamos mutuamente  al maximo placer, hizo un recorrido de besos  desde mi senos hasta el ombligo produciendo en mi continuó delirio, luego bajo hasta mi zona mas sensible para darme un placer nunca antes conocido, esto era la gloria y aun asi tenia que separarme de el.

Hicimos el amor con frenesí  por largas horas, nos amamos con intensidad, cada rincón de su piel y la mia fue  besada y acariciadas como nunca antes, tenia que marcharme pero aun no estaba completamente sastifecha de el, quería seguir, prentendia extender la noche aun un poco más, decirle a la luna que fuera eterna, quería mandar todo al demonio, que triste es amar y no poder estar con la persona que uno alma, que infortunio es que dos enamorados estén separados.

La hora de partí se acercaba con paso lentos pero firmes, la claridad amenazaba con terminar nuestro idilio.

El estaba recostado en la cama con unas sabanas blanca que solo cubrían sus partes intima: desde una esquina lo observe unos breve minutos, era hermoso, tenia todo lo que una mujer desearía, quien era carente para el, era yo, no podía  ofrecerle nada, era una mujer casada con una niña, el todavia podria ser feliz pero para eso tenía que olvidarse de mi, el corazón se me partía en dos, tenía que despedirme, abandonarlo de la manera mas cruel.

En total silencio inundada de lagrimas arrastrando un corazón herido y adolorido salí de la habitación, tome la llave de su auto y me marche para no volver.