💣Capítulo 7💣

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Después de que Fargan quemará el cuerpo para no dejar pruebas, Mangel nos prohibió salir a no ser que quisiéramos morir a manos de Lolito de manera poco agradable, por lo cual nos encontrábamos en la hermandad, Fargan se encontraba leyendo un libro sentado en el suelo apartado, Willy y Vegetta estaban realmente acaramelados y una parte de mi moría de rabia, y luego estaba yo, mirando el teléfono y dando vueltas por la habitación, realmente enfurecido y aburrido.

—¡Esto es una mierda! —exclamé guardando el teléfono en el bolsillo.

—¿El que Rubius? —pregunto Fargan sin apartar la mirada de libro.

—¡Todo! ¡Estoy aburrido de la hostia!

—¿Acaso eres un niño pequeño que no aguanta un rato sin jugar? —pregunto Vegetta acariciando el brazo de su novio, estaba jugando conmigo, lo sabía perfectamente.

Le mire mal.

—Me aburre ver tu cara, Vegetta.

Me sonrió —. Aja, finjiré que te creo.

Gruñó mientras me giró bruscamente a la puerta de la hermandad.

—¿Doblas a dónde vas? —pregunto Vegetta.

—¡Me voy! ¡No te aguanto, ni a ti ni a tu novio, ni a Fargan!

—¡Eh! —exclamaron Fargan y Willy ofendidos.

—¡Que os den! —exclamé mostrando mi dedo corazón seguido de cerrar la puerta de un portazo.

Te  comportas como un niño.

—Lo se.

¡No te sientas así, idiota! ¡Solo es sexo! ¡Solo es deseo carnal! ¡No hay más sentimiento de eso como para que te sientas mal por qué este con su novio!

—¡Qué ya lo sé! ¡Deja de torturame.

Entonces alguien cogió mi muñeca y me paro en seco, me gire con mirada asesina encontrando a Vegetta, este me miraba coléricamente.

—¿¡Qué cojones haces!? —pregunto —. Doblas ya has oído a Mangel y al alcalde, ¡Dijo que no saliéramos si no queríamos morir!

—De Luque ya lo se, no soy sordo.

—¡Pues lo pareces por qué te lo pasas todo por los huevos! —exclamo —. Vuelve dentro —exigió empujándome, me reuse.

Vegetta era amante del caos que el controlaba, cuando estallaba el caos y el no era el causante, tenía que organizarse, y era más que evidente que si yo me iba, ese caos ya no estaría organizado por el maniático Vegetta.

—¿Para que? —pregunte apartándose de manera brusca —. ¿¡Para ver cómo estás a la defensiva y estás acaramelado con tu novio!? ¡Paso! ¡Paso y mucho! —grite.

Vegetta sonrio de medio lado.

—Oh... ¿Conque es eso Doblas? —dijo acercándose a mi cautelosamente —. Recuerda que solo sentimos atracción, no amor —dijo apoyando su cabeza en mi cuello, me tense —. No deberías estar tan amargado y menos por un sentimiento así —dijo seguido de dar un beso en mi cuello.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal.

—¿Sentimiento? ¡Yo no siento nada ni por ti, ni por nadie! —asegure de manera brusca, sentí como sonrió atraves de mi piel.

—Pues siento decirte que sientes celos.

—Que te den, De Luque.

—Cuandi quieras Doblas, estoy ansioso por tenerte —dijo con voz acaramelada, trague duro.

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Fin del capítulo, si te a gustado estrellita.

¿Qué opinas? Necesito consejo.

¿Personaje favorito de esta historia?

Un beso.

—N.G.A

Sσℓσ ∂єѕєσ ¢αяиαℓ. яυвєgєттα.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora