💣Capítulo 13💣

4.2K 521 101
                                    

En la solitaria y oscura noche nuestras risas llenas de malicia se escuchaban.

Muchas explosiones, lava, realmente esto era vida.

—¡Hijos de puta! —grito nuestro queridísimo alcalde siguiéndonos, corrimos a toda velocidad mientras reíamos a carcajadas, Fargan iba a la delantera seguido de mi, y luego estaba Willy, iba más a su ritmo, parecía que le daba igual todo.

Una vez nos aseguramos que ya nadie nos había seguido entramos a la hermandad entre risas.

—Extrañaba hacer esto —dije quitándome la careta y colgandola en mi lugar donde ponía el uniforme oscuro.

—Concuerdo —dijo Fargan con una sonrisa.

Después de eso nos sentamos en el sofá, hablamos y planificamos el siguiente movimiento.

Pero Willy se notaba distante y serio.

—¿Qué te pasa? —pregunte

—Nada.

—Algo te pasará —dijo de manera fría Fargan.

Entre Fargan y Willy había una tensión llena de molestia, ¿Qué le pasan a este loco?

—Hace unas semanas decidí sentar la cabeza y dejar... Pequeños vicios...  —dijo mirando a Fargan, este miro a otro lugar mosqueado —. Decidí que le pediría matrimonio a Vegetta, pues como dije antes quiero sentar la cabeza y aclarar mi mente... —hizo una pausa —.El caso se lo pedí ayer o antes de ayer, mientras cenábamos tranquilamente y este dijo que se lo pensara. Realmente no sé si...

—¿¡Que tú le pediste que!? —brame con los ojos abiertos de par en par.

¡Nos están robando nuestro trozo de carne!

Me grito mi consciencia.

¡Calla!

¡Debemos reaccionar!

Este me miró impresionado por mi grito lleno de enfado.

—Le pedí matrimonio a Vegetta... —dijo dudoso de sus palabras —. ¿Por qué tan impresionado? —pregunto.

—¿Era ese el problema? Le pediste matrimonio ¿Y? —dije intentando ocultar mi mosqueo repentino.

—Lleva días que no me habla casi, no me deja tocarle, se irrita con facilidad, se va y vuelve tarde... ¿Sabéis? Un día llegó, y olía a una colonia muy conocida, pero que él no se suele poner.

—¿Me dejas tu colonia Doblas? —pregunto mirándome desde la puerta del baño.

—Claro De Luque, sería un placer que lo hagas.

—Se habrá comprado colonia nueva —le quito importancia.

—Eso pensé, pero Vegetta bajo ninguna circunstancia cambia su colonia, según piensa él dice que le gusta ser caracterizado por su olor.

Vainilla, así olía él, me encantaba.

Me levanté del sofá con la atenta mirada de los dos.

—No le des más vueltas al asunto, Willy, seguro que te dice que si, solo estaréis pasando por una mala racha, eso es todo. Me tengo que ir, mañana nos vemos.

¡Le estás dejando el terreno libre! ¡Inepto! ¿¡A donde vas!?

A por Vegetta, dije firme en mi mente, parecía un poco hablando conmigo mismo.

Sσℓσ ∂єѕєσ ¢αяиαℓ. яυвєgєттα.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora