.Extra 5. Mon ciel.

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Da igual el tiempo que estuviera aquí, nunca me adaptaría a esta casa, ¿¡Dónde están los cuchillos!? ¿¡Y los platos!? Era frustrante vivir aquí, para mí claro, no tenía ni idea de donde estaba ni mi cabeza, era tan grande que me perdía por el lugar, en cambio el se lo conocía como la palma de su mano, aunque a decir verdad, el construyó esto con sus manos, el diseño todo, normal que lo conociera tan bien.

Con lo que encontré hice dos cafés y unas tostadas, deje el café restante y las tostadas aún lado y bebí el mío leyendo los mensajes que tenía pendientes, en ese instante se escucharon pequeñas pisadas en el suelo de madera, no hizo falta girarme para saber quién era, y cuando estuvo lo suficientemente cerca me abrazó por la espalda.

—Buenos días mon ciel

Con una sonrisa deje el teléfono y acaricie sus manos.

—Buenos días Vegettal.

Este de separó y se subió al encimera, me miró con un puchero.

—¿Te tienes que ir? —pregunto.

Asentí cambiando al café sobrante y dándoselo, me miró apenado.

—No hace falta que te vayas, puedes mandar a Fargan y...

—Vegettal, Fargan ya fue hace un mes, este me toca a mí, solo será una semana —dije comiendo posicionándose entre sus piernas.

—Te voy a extrañar —dijo, entonces sonreí.

—Exagerado —dije, este rodo los ojos seguido de darme un pequeño empujón, reí ante su acto —. ¡No seas infantil Vegetta! ¡Sabes que yo también te extrañare!

Me miró con odio —. Siempre cortas los momentos románticos, ¡Ya te vale!

—Mira quién habla, el de los chistes horribles en nuestra boda —recalque con una sonrisa.

Me sonrió de medio lado.

—Te odio —dijo, sonreí acercandome a él, y con su dedo índice toque si barbilla alzandola.

—Suena muy raro tu "te quiero" —dije con una sonrisa acercándome a él, pero antes de que nuestros labios tocaran, sonreí —. ¿No se suponía que me odiabas? —pregunte seguido de alejarme y salir corriendo riendo.

—¡Rubén! —grito enfadado saltando de la encimera y corriendo tras mi.

Sabía que odiaba que le hiciera eso, me encantaba hacerlo rabiar.

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FIN CIEN POR CIEN.

YA NO HABRÁN EXTRAS. ES EL FINAL.

Espero que os hay gustado, os explico Rubius y Vegetta viven en Karmaland al igual que Fargan y Willy. Estos se turnan para ir una semana para vigilar la taberna de la otra ciudad, (de un mes uno se va una semana, y el mes que viene el otro).

Espero que os haya gustado, atentos a mi perfil, en breves habrá otra historia.

Un beso.

—N.G.A

Sσℓσ ∂єѕєσ ¢αяиαℓ. яυвєgєттα.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora