Sσℓσ ∂єѕєσ ¢αяиαℓ. яυвєgєттα.

💣Capítulo 14💣

No sabía lo que hacía, solo corría lleno de furia...

¿Y si dice que si? ¡Que haremos! ¡No debemos permitirlo!

No se como me metí en sus murallas sin ser casi atacado, tal vez conocía demasiado la casa de el chico de ojos morados...

¡Nos han robado! ¡No dejes que suceda eso! ¡De lo contrario yo...!

Mire la cama, sábanas miradas y este tumbada en ella, le miré.

Duerme tan bien...

—Vegetta —dije varias veces se manera sería, este se giró adormilado para ver qué ocurría, pero al verme asustado grito —. Soy Rubius, idiota.

Este enfadado se sentó y encendió la luz de la habitación.

—¿Qué cojones te pasa, idiota? ¿¡Cómo...!? —le interrumpo agarrando con suavidad y besándolo —. Willy vendrá en cualquier momento —dijo confundido.

—Esta discutiendo con Fargan, tardará asegure tumbando me en la cama, sobre él.

—¿Doblas? —pregunto —. ¿Qué te pasa?

—Nada.

∆∆∆

Entre jadeos me senté en el borde de la cama.

—Vegetta... —dije como pude.

—¿Qué?

—¿Vas a aceptar la propuesta? —pregunte en susurro, este me miró.

—¿Qué...? ¿Cómo te has enterado? —pregunto sosprendido.

—Me lo contó Willy, ¿Pero dime, aceptaras? —dije levantándome y poniéndome los pantalones.

—Seguramente aceptaré —dijo, me gire a mirarle.

—Pero tú le estás engañando, ¡Conmigo! —exclamé.

—¿Y? ¡No me digas que sientes algo! ¿Has incumplido el trato?

—Prohibido sentir más que solo atracción.

—De acuerdo Vegetta, lo nuestro será solo deseo carnal.

—¡No siento nada por ti, idiota! —grite Por un segundo me miró ofendido.

Mentira.

¿Qué...?

—¿A no? ¿Y entonces por qué es? —exclamo.

—¡Por qué no quiero estar siempre engañando a mi amigo! ¡Es mi hermano oscuro por dios Vegetta! ¡Y si te casas yo... Yo sentiré que rompo una familia!

—Doblas no soy imbécil, conozco esa mirada, esa estúpida mirada la conozco, esa desesperación por mi futuro casamiento —dijo levantándose de la cama en boxers, se agachó y cogió mi camiseta —. Conozco esa mirada, y se lo que pasa, por eso te pido que te marches y no vuelvas.

Cogí su camisa y le miré con odio.

—¡Bien! ¡Me alegro! —exclamé poniéndomela y saliendo al balcón, pero antes de salir, este me llamo.

—¡Rubén Doblas! —me gire, una parte de mi esperaba que se disculpara por echarme de su habitación y vida, pero lo que dijo me congelo el corazón —. Voy a aceptar la petición, por si lo querías saber, ahora marchate, mi prometido estará aquí en unos minutos.

—Fue un placer conocerte, idiota.

Y con eso salte del balcón asta la muralla y con rapidez me marché del lugar.

Sin razón alguna mi voz en la cabeza estaba más agresiva y depresiva.

Somos idiotas doblas, no deberíamos haberle dicho eso, nos valía solo estar en la sombra, ahora no nos quiere cerca.

—¡Callate! —grite saltando de la muralla.

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Os explico, Rubén está un poco loco, por eso tiene una voz en su cabeza que lo atormenta.

¿Por qué lo puse medio loco?

Por qué su locura hace que todo sea más gracioso, y su personalidad encaja.

Un beso.

—N.G.A