Dos meses desde aquella declaración, un mes desde que me pidió ser su novia.
Eran las 5 de la tarde, estaba con la música a tope mientras hacía un resumen para clase. Todo era perfecto, no le veía tanto como me gustaría, pero la distancia era poca y no impedía que nos pudiéramos ver. Cuando alguien quiere a otra persona ni los kilómetros ni nada son un obstáculo.
Un mensaje. "Porfa ven a ayudarme a hacer el trabajo, te prometo que te lo recompenso".
Era Patrick, llevaba desde el primer día de instituto mandándome mensajes y hablándome en clase. ¿Qué parte de tengo novio no entendía? Pero fui, así me servía para repasar a mi también los temas que tenía que entregar para el trabajo.
Llegué a la biblioteca y allí estaba, esperándome con un montón de papeles sobre la mesa y un ordenador portátil.
- Hola guapa, no has podido resistir eh- dijo al verme llegar con tono de burla.
- Patrick deja de hacer el tonto, sabes que he venido solo para ayudarte con el trabajo - contesté cortante.
- Si claro, con el trabajo... y lo que surja- sonrió
No podía más, ¿quién se creía que era? Decidí pasar de él y ponerme manos a la obra. Autores por aquí, autores por allá. Entre folio y folio, una llamada. Contesté, era mi chico.
- Te echaba de menos amor, estoy yendo a entrenar, ¿qué tal el trabajo de lengua?- preguntó.
De repente Patrick escuchó las últimas palabras de mi novio y contestó pegado al móvil.
- La lengua la lleva bien tranquilo.
En ese momento Yael colgó. Después de media hora aguantándolo y tenía que soltar eso, la gota que colmó el vaso.
- Eres imbécil Patrick- le dije levantándome de la silla para irme.
- Mira si tu novio no sabe aguantar una broma más te vale ir dejándolo porque quien sabe si cualquier día se enfada porque le digas que se ha levantado feo y te deja él a ti- rió.
Llamé a Yael tres o cuatro veces pero nada. Me quedé preocupada, ¿había pensado algo raro? Esperaba que no. En realidad solo había sido un comentario impertinente de un chico más impertinente aún.
Por la noche volví a llamarlo y esta vez sí que cogió el móvil.
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CASUALIDAD DEL DESTINO
Teen FictionMiriam es una adolescente que nunca ha viajado sola, y cuando lo hace por primera vez su vida da un giro de 180º. Nos cuenta en forma de diario todo lo que le sucedió desde ese día. Nadie sabe lo que puede ocurrir con las casualidades, con el destin...