Después de solucionar el malentendido decidimos organizar un viaje, nuestro primer viaje. Tras mucho debatir el lugar donde íbamos a ir decidió que iba a sorprenderme, así que una vez más sabía que me iba pero no a donde.
Una semana más tarde, Yael me vino a buscar a la puerta de casa. Subí al coche y nos fuimos.
El viaje no fue muy largo, llegamos a un pueblo un poco abandonado y estuvimos viendo sus calles, sus casas de piedra, que eran viejas pero muy muy bonitas...
Comimos en un bar sencillo pero con unos bocadillos de calamares ¡riquísimos! Subimos al coche y a por la siguiente parada. Mientras comíamos en un bar muy sencillo pero con gente muy amable, Yael me contó su plan. Había decidido llevarme a tres o cuatro pueblos que le habían dicho que eran bonitos de visitar. Una ruta turística. De un lado a otro. Disfrutando cada pueblo, cada rincón. Y lo más importante, de nuestro amor. Pero de repente algo cambió todo.
Abrí los ojos como platos. No podía creerme dónde me había llevado mi novio. ¡Era allí! Era el pueblo de Julen. Sentí un cosquilleo dentro de mí. Mi expresión ya no era la misma y tuve que contarle a Yael que ese pueblo lo conocí ese mismo verano, y que por ese me había sorprendido, pero omití los detalles de Julen.
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CASUALIDAD DEL DESTINO
Teen FictionMiriam es una adolescente que nunca ha viajado sola, y cuando lo hace por primera vez su vida da un giro de 180º. Nos cuenta en forma de diario todo lo que le sucedió desde ese día. Nadie sabe lo que puede ocurrir con las casualidades, con el destin...