Entramos al salón y le presenté a mi padre y a mi hermana.
- Encantada cuñado- dijo con una sonrisa que parecía fingida.
- Encantado de conocerte- contestó más cortante.
Pasamos un rato con ellos hablando sobre las navidades. De repente mi hermana se levantó y subió arriba, poco después le sonó el móvil a Julen –en ese momento no pensé nada raro, después todo fue encajando-. Tras un par de minutos, él preguntó dónde estaba el baño.
...en otro lugar de la casa...
- ¿Me puedes explicar esto?
- No hay nada que explicar, ya has visto todo.
- ¿Me estás diciendo que la ibas a dejar y vienes a conocer a la familia?
- Sí, lo siento Triana de verdad, tengo que hablar con ella pero no quería fastidiar la navidad.
- Y lo dices tan tranquilo.
- No es fácil.
- ¿Te crees que para mí si lo es?
En ese momento se quedaron en silencio, los dos se morían por besarse.
- Lo siento pequeña, lo siento de verdad
- ¿Y ahora qué vamos a hacer? ¿Hablamos ahora con ella?
- Deja que pasen las navidades y hablamos con ella.
Triana se sentía fatal, le recriminó a su hermana que se liara con Patrick y ella ha estado a punto de hacer lo mismo.
......media hora después en otro lugar de la casa....
- Necesito hablar contigo Julen- dije cabizbaja.
-Dime
-Quería esperar a que acabara la navidad pero no puedo, los dos sentimos algo por otras personas y aunque sean amores imposibles, no dejamos de sentirlo, creo que lo mejor es que cada uno vaya por su camino, te quiero, lo sabes, pero lo nuestro no va a funcionar nunca así.
-No te preocupes amor, estoy de acuerdo contigo, me duele mucho porque pensaba que podríamos conseguirlo, que podríamos ser felices juntos, pero tienes razón, lo nuestro no puede ser.
Los dos nos fundimos en un gran abrazo y salió de mi habitación.
Cuando fui a la habitación de Triana para contarle todo, vi algo que no esperaba ver...
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CASUALIDAD DEL DESTINO
Teen FictionMiriam es una adolescente que nunca ha viajado sola, y cuando lo hace por primera vez su vida da un giro de 180º. Nos cuenta en forma de diario todo lo que le sucedió desde ese día. Nadie sabe lo que puede ocurrir con las casualidades, con el destin...