Fueron dos días llenos de miles de pensamientos cruzados entre sí. Yael me llevó en coche. A las 9 de la mañana llamó a mi timbre, le recibí con un beso y con un "no te preocupes amor", sabía que no era fácil para él llevarme ahí. Cuando estábamos a punto de llegar le mande un mensaje a Julen para quedar en la plaza del centro.
La verdad que tuve miedo de que no apareciera y me dejará plantada, pero tenía que correr el riesgo. Necesitaba hablar con él. No podía esperar más.
Llegamos y ahí estaba. Igual de guapo que siempre. No sabía si reír o llorar en ese momento. Tantas sensaciones encontradas en ese instante. No sabía cómo reaccionar. Pero reaccioné. Le dije a Yael que me esperará en el coche que enseguida volvía. Bajé del coche y me dirigí a Julen.
Parecía serio pero en el momento que me acerqué a él, sonrió y me dio dos besos.
- Buenas, no tengo mucho tiempo, mi novio me está esperando, ¿qué me querías decir?
- Pensaba que vendrías sola –su expresión cambió.
- Queríamos venir juntos.
- Por si te comía o algo, ¿verdad? Ganas tengo pero tranquila que solo quiero explicarte lo que pasó- dijo algo pícaro.
En ese momento el pulso se me aceleró, pero intenté disimular.
-Lo primero, perdón, ¿me perdonas?
- Sí, te perdono – no dudé en contestar.
- Mira cuando te conocí, tenía novia, la chica con la que me viste para fiestas, ¿te acuerdas?
Asentí con la cabeza.
- Bueno pues eso, pero llegaste perdida y te encontré, te encontré de una manera que no esperaba, y me dio miedo, me asusté. Por eso dejé de hablarte. Llevaba pocos meses con ella pero en un día me habías hecho sentir cosas que ni ella ni nadie me habían hecho sentir. Yo pensaba que eso solo pasaba en los cuentos y en las películas, pero me di cuenta que no es así.
- No sé qué decirte Julen. A mí me pasó exactamente lo mismo, a diferencia de ti, yo no tenía miedo. Yo quería seguir hablando contigo y conocerte más- contesté.
Hubo un gran silencio entre nosotros. Ninguno de los dos sabía que decir. Pero nuestras miradas lo decían todo. Por un momento parecía que el tiempo no había pasado.
- Supongo que llegó tarde-bajó la mirada.
- Sí, mira no te voy a negar que aún recuerdo el momento de conocernos como algo mágico pero ahora soy feliz con Yael. Llegas unos cuantos meses tarde.
- Lo imaginaba y no sabes lo que lo siento. Pero bueno ahora me he quedado sin mi novia y sin ti.
- ¿Lo habéis dejado?-pregunté sorprendida.
- Por ti- contestó.
En ese momento Yael pitó con el claxon del coche. No sabía si mi corazón iba tan deprisa por el susto del claxon o por la respuesta de Julen.
- Julen yo también lo siento, quizá si hubieras hecho las cosas bien, no me tendría que ir ahora con él. Pero me voy. Gracias por esto, lo necesitaba de verdad. Mucha suerte y espero verte pronto.
- Gracias a ti, eres mi chica perdida favorita.
Nos despedimos con un abrazo. Un abrazo en el que cerré los ojos y apreté fuerte.
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CASUALIDAD DEL DESTINO
Dla nastolatkówMiriam es una adolescente que nunca ha viajado sola, y cuando lo hace por primera vez su vida da un giro de 180º. Nos cuenta en forma de diario todo lo que le sucedió desde ese día. Nadie sabe lo que puede ocurrir con las casualidades, con el destin...