Infiel

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Día sí, día también. Mi hermana y Patrick se estaban volviendo inseparables y eso no me gustaba.

Mientras, mi relación con Yael seguía bien, sus estudios nos estaban quitando horas de pasar tiempo juntos, pero nada que pudiera separarnos. 

Ya había pasado un tiempo desde el comienzo de clases, un tiempo donde todo cambiaba a mí alrededor y yo no me daba cuenta.

En el descanso entre clase y clase fui a beber agua, lo que no esperaba era ver a Triana con Patrick ¡besándose! No pude evitar pasar por al lado y toser fuerte. En ese instante sus bocas se separaron, me observaron fijamente y siguieron enredando sus labios, como si la cosa no fuese con ellos.

Subí a clase y terminé la mañana haciendo como si nada. Patrick casi ni me miraba, era algo raro en él. Su actitud de niñato podía haber salido después de la escena que vivimos pero fue al contrario. Algo había cambiado. 

Esa misma tarde Patrick me llamó pero no le respondí.


                                                                   .....A la mañana siguiente.....


- ¿Por qué no me cogiste el teléfono?- preguntó mientras llegábamos a clase. 

- No me apetecía, ¿querías algo?- contesté indiferente. 

- Decirte que tu novio se estaba liando con otra

Mi corazón empezó a acelerarse muy deprisa, mucho, demasiado. Pero yo misma lo intenté calmar.

- Eso es imposible, no te inventes esas cosas para que lo deje porque no lo vas a conseguir.

- Sabia que no me ibas a creer por eso no insistí, allá tú, yo ya te lo he dicho.

Estuve en todas las clases ausente, en otro planeta, en otra galaxia, ¿por qué me iba a mentir con algo así? Igual se trataba de una broma pesada. No, no podía ser. Imposible.

Confiaba en Yael pero no podía evitar pensar en el "¿y si...?". No me quedó otra opción. Después de comer quedaría con él. 

                                                                          ....esa misma tarde......

- Amor, ¿tienes algo que contarme?

- No, ¿por qué?

- Me han llegado rumores de que ayer te besaste con otra.

En ese momento nos miramos fijamente a los ojos y hubo un inmenso silencio entre los dos hasta que unos gritos sonaron en su habitación.

- ¿Y encima te lo crees? En fin Miri, no tengo nada que decir.

- No amor, por eso te lo pregunto, porque confío en ti pero no sé, a veces hacemos cosas que...

- Sí, te lo crees. 

- No, no. Te creo a ti.

¿Le creía? ¿El qué? No me había negado ni confirmado nada.

Pasamos un buen rato hablando del tema, de confianza, de cuernos, de nosotros, de amor. Al fin nos enredamos entre las sábanas y nos olvidamos de todo.

Desperté a su lado, hizo que olvidará todo lo que había sucedido, su cuerpo no podía mentirme, sus labios tampoco. Le creía, le quería.

Justo en ese momento sonó mi móvil.

"¿Ya te lo ha contado? Espero que estés bien preciosa"

No podía ser, otra vez él. Patrick no se cansaba.

El sonido del mensaje despertó a Yael que se incorporó besando mi espalda dulcemente.

- ¿Qué pasa amor?

- Nada, nada.

Volvió a sonar el móvil. Esta vez el suyo. Yael no respondió, ni si quiera lo miró. 

CASUALIDAD DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora