Habían pasado unos días desde la confesión de Yael, unos días en los que veía todo muy gris.
Unos días también, donde Patrick se preocupaba por mí mientras se liaba con mi hermana en la habitación de al lado.
Nunca pensé que lo diría, pero él fue quien hizo todo un poco más fácil.
Yael me llamó un par de veces pero no quise coger el teléfono. No tenía ganas, no tenía fuerzas.
Sabía que tarde o temprano lo iba a perdonar pero aún no estaba preparada.
- Gracias por todo estos días de verdad, eres un chulo pero un chulo adorable- le dije a Patrick mientras esperaba a mi hermana.
Se abalanzó sobre mí y me abrazó, cuando nuestros cuerpos se separaron, nuestros rostros seguían juntos, mirándose muy fijamente, tan cerca que podíamos sentir la respiración del otro. Pero en ese momento llegó mi hermana y se fueron de la mano a su habitación.
Después de media tarde encerrados en su habitación, cuando él se fue, Triana vino a la mía.
- Mira hermanita, yo sé que a Patrick le gustabas mucho, y sé que a ti te parece muy guapo o algo por el estilo, pero ahora es para mí, ¿de acuerdo?- me dijo mi hermana guiñándome un ojo.
- No sé a qué viene eso, nosotros...- no pude acabar la frase.
- Vosotros estáis siempre demasiado cerca- su tono fue perdiendo humor y ganando frialdad.
- No te preocupes, todo tuyo hermana, ¡ni qué te estuvieras enamorado!
En la cara de Triana apareció una sonrisa delatadora. No quiso decir nada más. Salió de mi habitación tan rápido como pudo. Pero esa sonrisa me lo dijo todo. Se estaba enamorando.
ESTÁS LEYENDO
CASUALIDAD DEL DESTINO
Teen FictionMiriam es una adolescente que nunca ha viajado sola, y cuando lo hace por primera vez su vida da un giro de 180º. Nos cuenta en forma de diario todo lo que le sucedió desde ese día. Nadie sabe lo que puede ocurrir con las casualidades, con el destin...