Exploding my Heart {KatsuDeku}

4- Corazón

Llevaban hablando bastante tiempo, era muy tarde en la noche. Por suerte mañana es domingo así que no tendrían problemas.

Kir: Pero lo conoces de toda la vida. ¿Eso no te lo hace más fácil?

Kat: Lo hace más difícil. - contradijo. - Todo sería diferente si no hubiera sido un imbécil desde principio.

Kir: No pudiste haber sido tan malo. - dijo optimista. Pero la mirada de su amigo lo hizo dudar. - ¿Verdad?

Kat: De niños me seguía a todas partes. Yo le gritaba e incluso lo golpeada y empujaba pero siempre volvía con la cara húmeda por haber llorado pero trataba de ocultarlo sonriendo. - contaba con nostalgia y arrepentimiento. - Desde siempre lo he molestado por su falta de Quirk. - el pelirrojo lo miro extrañado. - Larga historia. No tengo ni mierda de ganas de contarlo ahora. - dijo recordando esa pelea que terminó por descubrir la verdad sobre la "milagrosa" aparición de Quirk del pecoso. - El punto es que aunque sé que tiene la capacidad de perdonarme, yo no puedo. No me perdonaré nunca todo lo que le hice. - rascaba su cabeza frustrado.- Jamás querría estar conmigo aún si me perdona.

Kir: Pero parece que ya te perdonó. No es por nada, hermano pero, ¿No crees que eso no te corresponde a ti decidirlo? - no entendió a que se refería. - Si no quisiera nada contigo ni se molestaría en intentar hablarte.

Kat: Él es así. No tiene nada que ver con... - lo interrumpió.

Kir: Claro que si. Jamás ví a nadie tan preocupado por alguien que parece que no le importa nada más que explotar todo lo que ve. - eso fue un claro golpe a su personalidad. Chasqueó la lengua molesto pero no lo negó. - Incluso te calma en tus ataques de furia. Eso nadie lo a logrado. - dijo como si se tratase de una gran azaña.

Kat: ¿Y qué? Eso no cambia lo que hice.

Kir: Deja de decir eso. Midoriya ya lo superó, y él era el más afectado, ¿Por qué tu no? - lo miro pensativo. Tiene razón, se aferra al pasado cuando no tiene ningún sentido ya que Izuku parecía haberlo perdonado. - Y si de todas formas te sientes inseguro, disculpate como se debe. - le sugirió.

Kat: ¿Y cómo? - Kirishima nunca había visto a su amigo con tanta incertidumbre. Realmente le gustaba ese chico pecoso.

Kir: Habla con él. Que vea que te importa. - decía con una sonrisa.

Kat: ¿Y cómo le digo que... me gusta? - aun le costaba decirlo en voz alta.

Kir: Eso lo debes averiguar tu. No puedo ayudarte. - en especial porque también tenía la misma pregunta.

Kat: ¿Hace cuanto que te gusta el cara de idiota? - cambio de tema porque ya no quería seguir hablando de su situación.

Kir: Se llama Denki, deja de darles apodos crueles a los demás. - regaño. - No lo se, siempre me llamó la atención. Es muy fuerte a pesar de ser algo torpe, pero eso me parece muy lindo en él. Sus feromonas no son muy fuertes por ser Beta pero si me acerco lo suficiente puedo sentir un aroma a caramelo recién hecho que me enloquece. - decía todo con una mirada soñadora.

Kat: Das asco. - no podía escuchar tanta cursilería junta y no sentir ganas de vomitar.

Kir: ¡Bakugō! - le llamó dolido y soltando un llanto sobreactuado. - ¿Me vas a decir que no sientes nada similar cuando estas cerca de Midoriya?

No lo negaría, pero tampoco lo diría. Claro que sentía la tierra moverse cuando el peli verde entraba en la habitación, siempre con esos ojos amables y dispuesto a sonreír. Ese cabello que parecía brócoli, lo único que cruzaba su mente al verlo era acariciarlo y averiguar si era tan suave y sedoso como parecía. ¿Y qué decir de su aroma? Era lo más dulce y agradable del mundo, sentía un olor a galletas con chocolate recién hechas. No encontraba ni un defecto en él, a parte de ser un torpe llorón pero incluso esas lágrimas le parecían hermosas. Ni siquiera las múltiples cicatrices que estaban a la vista quitaban el hecho de que su piel era tan tersa y blanca con alguna que otra peca que lo hacían ver adorable.

Sacudió la cabeza al darse cuenta de que ya estaba pareciendo un idiota enamorado. No supo cuanto tiempo estuvo así pero Kirishima ya lo miraba raro.

Kir: Hermano, ¿En que pensabas? Creo que no estabas aquí. - decía obviamente queriendo insinuar que estaba pensando en pecoso.

Kat: ¡Me largo! Ya no aguanto tu estúpida presencia. - decía entre gruñidos. No prestó atención a los múltiples reclamos de su amigo y salió disparado por la puerta.

No miró por donde iba y terminó chocando con alguien.

Kat: ¡Fijate idiot- paro al ver con quien chocó.

Izu: P-Perdon, Kacchan. No te ví. - parecía más nervioso de lo normal. Es verdad que le grito en un momento pero no fue gran cosa.

Kat: ¿Que mierda te pasa? - se acercó más a él pero este apartó la mirada, incómodo. ¿Estaba temblando? ¿Tenía miedo? Y si así fuera, ¿Miedo de él?

Izu: N-Nada.- estuvo a punto de estirar su brazo para tomar su rostro y verlo más de cerca pero se contuvo. También pensó en la posibilidad de implementar la idea de disculparse pero antes de siquiera abrir la boca, el más bajo habló primero. - Ya-Ya me voy. Adiós. - no lo miró, ni una vez. Se fue del lugar y escucho una puerta que se abría y luego se cerraba, seguro entró a su habitación.

¿Que carajos fue eso? Estaba seguro de que no había hecho nada para que el peli verde se pusiera así. Estaba en shock, justo cuando pensaba que podría acercarse más a él, pasa esto. ¡¿Pero qué?! Se dirigió a su cuarto con la mirada perdida y pensando a que se debía el repentino cambio de actitud de Deku. Cuando cerro la puerta se recargo en esta y se dejó caer. Agarro su cabeza con frustración y reprimió las ganas de gritar como últimamente estuvo haciendo.

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Mientras tanto en la habitación de al lado, la situación no era muy diferente. El chico de pecas se encontraba hecho una bolita en su cama pensando en la conversación que acababa de tener con Ochako, Tsuyu y Shōto. ¿Tenían razón?

Izu: ¿Me... gusta Kacchan? - tenía tanto miedo de la pregunta. Sobretodo si la respuesta era si.

¿Que se supone que debía hacer si así era? Katsuki jamás lo aceptaría. Su relación había mejorado, el rubio ponía de su parte para que se llevaran mejor, pero eso no significa que el Alfa sintiera lo mismo.

Izu: Que ridículo. No me gusta Kacchan. - soltó una risa sin gracia pero sintió que su garganta se cerraba en un nudo y se dio cuenta de que sus mejillas estaban húmedas. - ¿Entonces por qué estoy llorando? - llevo sus manos a la cara para amortiguar los sollozos e impedir que se escucharan. Deseó por un momento sentir los fuertes brazos del oji rubi pero debía sacarse esas ideas de la cabeza, ya que nunca se cumpliría.

No se dio cuenta de cuando termino por quedarse dormido de tanto llorar. Si supiera que a tan solo unos metros se encontraba esa persona en la que pensaba queriendo derribar muros y puertas para estar con él. Los corazones de ambos retumbaban sin parar, dolían. Exigían la presencia del otro.

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