8- Besos

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No se separaron en ningún momento, solo habían cambiado de posición. Ahora Katsuki estaba apoyando su espalda en la cabecera de la cama con Izuku sobre sus piernas y rodeando con las suyas su cintura. El pecoso tenía sus brazos al rededor del cuello del más alto y posaba su mejilla derecha sobre su clavícula disfrutando de las caricias que propinaba el rubio a su espalda y su cabeza. Se negaban a separarse, estaban muy cómodos y relajados con el calor que emanaba el otro.

Volvían a besarse de vez en cuando, pero no pasaba de un beso corto y momentáneo, esta bien por ahora. Tenían mucho tiempo para poder acoplarse y sentirse de a poco.

El ruido de un estómago hambriento hizo acto de presencia rompiendo el silencio.

Izu: Lo siento. - dijo apenado y con la cara roja. Se apartó un poco llevando sus manos ahora al pecho del rubio, creyó haber arruinado el buen momento.

Kat: Oye. - tomó su mentón con sus dedos y lo hizo mirarlo. - Deja de disculparte por todo. Lo haces hasta cuando no tienes la culpa. Algún día matarán a alguien y tu te echarás la culpa. - bromeó haciendo reír al pecoso.

Izu: Lo siento. No puedo evitarlo. - el cenizo agudizó los ojos con reproche. Lo hizo otra vez.

Kat: Ya me di cuenta. - dijo con ironía. Volvió a relajar la mirada. - Solo no lo hagas cuando sabes que no hiciste nada malo. - el Omega asintió y le sonrió, respondió al gesto acariciando su mejilla con amor. Lo vio cerrar sus párpados apreciando mejor su calidez. - Vamos a comer algo. - si dijera que no tenía hambre también, estaría mintiendo.

Izu: Si. - con algo de pesar se separaron para incorporarse de la cama y caminar en dirección a la salida. Al salir, Katsuki dejó que el pecoso fuera primero y ya estando afuera lo tomó por la cintura acercándolo a su cuerpo. Podía ser algo posesivo pero quería dejar bien el claro que este bello Omega era suyo.

Izuku lo vio de reojo, no le molesto en absoluto, pero creyó que quizás quería esperar para que los demás supieran. Llegaron a la sala común donde la mayoría de sus compañeros se encontraban conversando, cuando vieron llegar a la ahora pareja, todos se lanzaron al peli verde preocupados.

Och: ¡Deku-kun! ¿Ya te sientes mejor?

Kir: ¿Estas bien?

Den: ¿Te quieres sentar?

Sho: ¿Quieres Soba?

Hablaban todos al mismo tiempo sin dar oportunidad al pecoso de responder, este les sonreía e intentaba decir que estaba bien pero no parecían escuchar pues seguían preguntando muchas cosas, hasta que alguien grito ya arto de la situación.

Kat: ¡Apartense, maldita sea! ¡Si no murió por la fiebre, lo hará si lo siguen ahogando! - habló fuerte y claro haciéndose escuchar por todos los presentes. Se alejaron un poco dándose cuenta de que tenía razón.

Izu: Chicos, ya estoy bien. Kacchan me cuido. Me siento mejor, ya no tengo fiebre. - les dijo amablemente y con una mirada de disculpa por el grito del rubio.

Katsuki tiro un poco de él para llevárselo a la cocina, ya todos habían cenado así que se prepararían algo improvisado. Al perder a esos dos de vista, todos soltaron un largo suspiro de alivio.

Ser: ¿Alguien más vio lo que yo? Porque no lo puedo creer. - dijo anonadado al ver a su amigo rodear la cintura al pecoso.

Kir: Si, así parece. Pero no digas nada si quieres conservar tu cara intacta. - mencionó a modo de advertencia que hizo temblar a más de uno.

Och: ¿Será verdad? - seguía con la duda. La chica con Quirk de rana la miro sin saber qué decir.

Sho: Parece que estábamos en lo cierto. - se dirigió a las dos chicas. No lo demostraba pero estaba feliz por su amigo. Por lo que sabe, tener un Alfa que ames y que este te ame también hace que tu vida cambie para bien de manera inimaginable.

Exploding my Heart {KatsuDeku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora