CAPITULO 14

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Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, nos cambiaron todas las preguntas.

                                                                                                          Mario Benedetti.

—Es un ambigrama Alexia.

— ¿Qué es eso?

— Son palabras que admiten dos lecturas diferentes. En la mayoría de los casos la segunda lectura se obtiene de la imagen reflejada en un espejo.

— ¿Crees que Jack está metido en algo satánico?

— Es una posibilidad...

— Yo me inclino a creer que alguien pudo obligarlo a tatuarse eso. Mira... el tatuador me contó que un mes atrás, un hombre y uno de los jóvenes que murió en la casa del lago se hicieron el mismo tatuaje que Jack: la palabra «Live» con una ballena al costado. Demasiada casualidad ¿no te parece? Todo es tan confuso...y ahora saber que se tatuó el nombre del diablo... es extraño, paranormal... como fuera del mundo real... y para colmo todos parecen ocultar algo...

— ¿Tendrá algo que ver con el juego de la ballena azul?— preguntó Noah.

—No sé qué pensar... El tatuador me aseguró que era una ballena azul...pero quizás sea solo un delfín, no lo sé...

—Y cuando dijiste «todos»... ¿de quiénes sospechas?

—Bueno, Jenny es la primera. Susan sospecha de su nuera y hasta sugirió a la policía que la investigaran. Además ¿te diste cuenta lo nerviosa que se puso al reconocer que había aceptado quitarse la vida con Jack pero que luego se arrepintió? ¿Lo habrá engañado para que se suicide él primero bajo la promesa de suicidarse ella después? ¿No será todo esto una especie de pacto suicida o una instigación al suicidio o quizás un crimen pasional?

—Todo puede ser posible Alexia. Ése es el problema. Regresemos al salón y escribamos todo esto como un esquema de sospechosos e indicios... como...

— Como en una novela policial — completé su frase mientras caminábamos hacia nuestra mesa.

—Dijiste que para ti y Susan la primera sospechosa sería Jenny ¿verdad? ¿Quién sería el segundo?

— Peter. Pongámoslo a continuación — Y le señalé la hoja—. Pasó tiempo con Jack diseñando el juego que iba a presentar el día que desapareció. Además, había quedado en encontrarse con Jack a la mañana, y llegó casi de noche con una excusa poco creíble de haber tenido que cambiar la rueda del auto durante horas... Muy raro ¿no?

— ¿Eso te dijo? O está en el libro Guinness de los inútiles o nos está mintiendo en la cara. No hay mucha vuelta que darle.

En ese momento recordé algo y me quede en silencio atando algunos cabos.

— ¿En qué piensas?

— No sé si deba decírtelo, no quiero que lo tomes a mal Noah.

— Dime lo que sea.

— Ok, aquí voy entonces— e hice una pausa— Desconfío también de tu hermano. Lo siento — Y bajé la mirada.

— ¿Nick? ¿Por qué?

— Jack me contó que en una época sus compañeros le hacían bullying y tu hermano, junto a Peter, eran los cabecillas de ese grupo.

— No sabía nada — murmuró pálido.

— Con el correr de los años dejaron de atacarlo, pero él sentía que tenía que hacer todo para agradarles, como si nada de lo que pudiese decir o hacer fuese suficiente. Pero lo que me hace sospechar de tu hermano es que él mismo admitió haber visto a Jack por la mañana... es raro que no haya notado su ausencia en todo el día ¿no te parece? ¿Y qué estuvo haciendo tu hermano desde la mañana hasta la noche en la casa?

— Es tremendo pensar que mi hermano hizo bullying a alguien, pero de ahí a estar involucrado en la desaparición de alguien... no lo creo, Alexia, te soy sincero.

— Noah, son solo sospechas, no hay nada seguro así que cálmate.

Estuve a punto de contarle que había entrado en contacto con el Maestro pero Noah se levantó para ir al baño. Tamborileaba los dedos sobre la mesa, cuando de pronto mi móvil vibró. Me sentí paranoica al leer el mensaje: «Si sigues investigando, pronto irás con Jack».

¿Quién me enviaba esos mensajes? ¿Alguno de los sospechosos de mi lista o una tercera persona desconocida para mí? ¿Y si fuera Noah quien intentaba amedrentarme con esos anónimos?

Por momentos desconfiaba de todo el mundo, pero a la vez necesitaba creer en alguien. Y en rigor de verdad, sacando a Mady, solo Noah había estado a mi lado desde el primer momento.

Decidí resolver este dilema tirando al aire mi moneda de la suerte: si caía cara se lo contaría. Temía que saliera cruz, me gustaba demasiado, pero al final confié mi destino al azar.

Saqué mi moneda, la revolee por los aires y la tomé. La volqué sobre mi mano y la mantuve tapada por unos cuantos segundos. Cuando la levanté: cruz, casi grité.

«Espero no arrepentirme », pensé y crucé los dedos por debajo de la mesa.

Al cabo de unos minutos, Noah regresó.

— Tengo que contarte una cosa — y me aclaré la voz — .Bueno...técnicamente serian varias cosas— y sonreí levemente.

— Soy todo oído.

—He recibido mensajes extraños, Noah.

— ¿Mensajes extraños? ¿Qué decían?

— Recibí uno el día de la misa de Jack y otro hace un par de minutos. El primero decía «La verdad DUELE. Por tu bien no averigües» y el de recién decía «Si sigues investigando, pronto irás con Jack».

— Alexia, no son extraños ¡Son amenazas! ¿Por qué no me lo contaste antes? Esto es grave. Está claro que alguien quiere que sientas miedo.

— Eso no es todo. Ya que estoy en tren de confesiones, tengo algo más: me fabriqué un perfil falso en Facebook y me contacté con el «Maestro».

— ¿Maestro? ¿Sabes quién es?

—Por lo que pude averiguar en la casa de tatuajes, él tenía un vínculo extraño con Jack y aparentemente es una persona clave por lo que pude ver en el tutorial de su juego. Me manda mensajes privados por Facebook pidiéndome que haga ciertos desafíos inofensivos —dije, tratando de minimizar la gravedad del tema —. Agrégalo a nuestra lista.

— ¡¿Que?! ¡Qué lista, ni que lista! ¡Es una locura! ¿Qué te dijo?

— No te preocupes, es todo virtual...

— Pero es peligroso ¿no te das cuenta? ¡No sabemos quién es ni a dónde quiere llegar con esto! ¡Es obvio que su perfil de Facebook debe ser falso!

— Mira, estoy tratando de ganar su confianza y después...

— ¿Y después qué? —me interrumpió.

—Tranquilízate. Si todo sale bien ascenderé al grupo selecto y cuando tenga toda la información... me saldré del grupo. Así de simple.

— ¿Simple? No estás dimensionando el riesgo que significa meterse con este tipo de gente.

—Noah, necesito que me entiendas — apoyé mi mano sobre la suya—. Perdí a mi mejor amigo y mastico angustia desde entonces. No podré vivir tranquila hasta encontrarlo.

— Está bien, está bien, ya veo que no voy a convencerte. Pero prométeme que nunca jamás te encontrarás con ese tal «maestro» en persona.

— Prometido — y levanté con solemnidad mi mano.

— Alexia Stone...le haces honor a tu apellido: eres dura como una piedra.

De regreso en casa, deje que el agua caliente corriera por mi espalda. Perdí la noción del tiempo. El vapor había inundado cada rincón.

Abrí la puerta del baño de mi habitación y cuando limpié el espejo quise gritar pero... no tenía voz.

Me quede inmóvil conteniendo la respiración y cerré los ojos esperando lo peor.

Una sombra acababa de cruzar a mis espaldas.

El Maestro Del Juego(completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora