Vilks

Vilks 21

Abuelo: Que insolente eres, ya te eh soportado lo suficiente, asesinenla

-: Su majestad no podemos

Abuelo: ¿Que?... ¿te estas negando a mi orden?

-: N-no su majestad, ella tiene un campo mágico muy fuerte a su alrededor

-: Nos es imposible acercarnos a ella

Erin: Liam, Liam ven

Abuelo: Son todos unos inútiles, no dejare que se lleve a nuestro seguro, ya asesine a su padre, ella es mas débil que el, no representa ningún problema

Erin: Mi hermano no es tu escudo...

Abuelo: Aunque ella sea un mago, ella recién despertó sus poderes, ataquenla no podrá contra todos

Liam: No la toquen... a menos que quieran ser asesinados

En ese momento no podía pensar en nada, mi memoria estaba colapsada, tenia incrustados miles de recuerdos, recuerdos que estaba segura jamas había vivido, eran imágenes que me mantenían en una constante y creciendo histeria.

Una lucha diferente a todas comenzó en ese momento, sin embargo mi cuerpo ardía tanto que no podía moverme, sentía como si alguien me llamase, mi vista estaba nublándose , ¿quien estaba llamándome?. Antes de poder reaccionar ante esa voz, recibí una enorme puñalada en mi abdomen, en ese momento la sangre comenzó a fluir rápidamente, el dolor me saco de aquel estado de trance en el que me encontraba, detener la hemorragia era lo primordial ahora mismo.

Pero sin saber que esto seria el comienzo de todo, de una rueda del destino que no estaba escrita, tan pronto como mi sangre toco la tierra y corrió hasta el río que estaba a un costado, al tierra comenzó a temblar, el cielo se volvió negro y una sinfonía de truenos y relámpagos comenzaron a adornar el cielo, rápidamente Liam se gano a mi lado en guardia, no entendía nada de lo que estaba pasando, estaba aterrada con aquella presencia que se había esparcido por todo el lugar.

Todos tiritaban de miedo y nadie sabia que hacer, mientras una espesa niebla negra parecía tragarse todo el lugar, sin embargo de entre las tinieblas de escucho una dulce voz : "¿Ariel?"

Un hombre vestido completamente de negro con una piel sumamente pálida y un cabello rubio como el oro, salio de aquella niebla caminando lentamente como desconcertado... miro a su alrededor y su expresión cambio, se veía sumamente enojado y sus ojos se tornaron de un rojo brillante.

-: ¿Quien se atrevió a dañar a Ariel?

Liam: ¿Quien eres tu? y, ¿quien es Ariel?

Guió sus ojos desconcertado hasta Liam y con un tono suave dijo:

-: Eres su niño, tu hueles y te ves exactamente como ella... entonces ella, ella no es Ariel... son mis niños