Steve caminó silenciosamente por los pasillos del Complejo.
Solo sintiéndose acompañado del vacío que últimamente se había convertido en un miembro más del equipo.
Recorrió el primer piso, la zona de la enfermería, el gimnasio, la pista de aterrizaje, incluso el estacionamiento, atravesó la estancia, y dejó al final los laboratorios en los que Tony y Bruce solían pasar la mayor parte de su tiempo.Aquella área era la más deshabitada, por obvias razones Bruce se negaba a pensar en cualquier cosa que tuviese que ver con experimentación o que le recordara quien era en realidad, como si quisiera huir de sí mismo, y no podía culparlo, todos estaban en el mismo barco.
Sin embargo, fue justo en aquel lugar donde vino a encontrar a la peliplateada.
Emilia estaba de pie en mitad de una de las salas, con la mirada clavada en la pantalla y los brazos alrededor suyo. Aunque le daba la espalda, podía notar -por su postura - cuán cansada se sentía. Llevaba los hombros caídos y de vez en cuando cambiaba el peso de un pie a otro.
Se preguntó entonces en que tanto había ocupado su mente como para no notar que Clarke llevaba horas metida en uno de los niveles más inferiores del Complejo, sola.
-Ey - se acercó, intentando no irrumpir demasiado en sus pensamientos, por temor a que fuese a alejarse - estaba buscándote.
Como era de esperarse, el silencio fue el que le dio la bienvenida, pero eso no le impidió mirar el perfil de su novia y lo que se encontró... terminó por romperle el corazón.
Los días anteriores Emilia apenas le permitió acercarse, supuso que debido a eso no había tenido la oportunidad de descubrir como de afectada seguía.
Unos círculos oscuros rodeaban sus hermosos ojos esmeraldas, además empañados por lágrimas; sus labios no estaban curvados formando una alegre sonrisa, al contrario, expresaban dolor, neutralidad. Respiraba tan silenciosamente que le era inevitable rezar por que de verdad lo estuviese haciendo y aunque fuese tremendamente difícil de admitir, Emilia vestía el dolor como si este la hubiera acompañado toda la vida.
-Fury solía decir que yo era una persona sumamente racional - el rubio dio un paso más cerca al escuchar su voz temblorosa - Decía que podía no tener control sobre mis habilidades pero si sobre mis decisiones, y eso, era muchísimo mejor que ser una mujer poderosa - negó con la cabeza al tiempo que otra lágrima resbalaba por su mejilla - Creo que lo decepcioné.
-Emilia no digas eso...
-Es cierto - lo interrumpió - aún antes de nacer, las personas a mi alrededor se vieron perjudicadas por decisiones que yo nunca tomé, y ahora que tuve la oportunidad en mis manos... - se detuvo un momento solo para enfocar la mirada en una de las armaduras de Tony, que se encontraba tras una vitrina en una esquina del laboratorio - Murió mucha gente por mi culpa.
-No quiero que vuelvas a decir una cosa así - Steve colocó una mano sobre su hombro - sé que esto es difícil, lo es para todos, pero no tienes que cargar con esto tu sola. No es justo que lo hagas.