Volver a nacer

Capítulo II

Saliendo de la oficina me consigo Naomi, está ahí parada hablando con Danni, ¿qué hará aquí?, bueno como sea iré a ver.

-Hola Nao, cuéntame, ¿a qué se debe tu presencia hoy aquí?, aún no es viernes.

-Por dios Paula, ¿qué te sucede hoy?, estás como no se... amargada, ¿tuviste algún problema?- me pregunta con esa mirada única que ella tiene de preocupación, me conoce muy bien, y cómo no, es como mi hermana.

-¿Quieres ir a almorzar?, te cuento en el camino.

-Uy pero que mal genio cargas, así será... y ¿a dónde me vas a llevar?

-¡Nao!- le reclamo- jaja, no piensas en más que no sea comida- e increíblemente a pesar de comer tanto tiene cuerpo de modelo.

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-Tráigame unas crepes de mariscos y un jugo de patilla, aparte unas crepes de maíz con un jugo de fresa.

-Enseguida se los traigo, señoritas.- giró sobre sus talones y se fue.

Amamos comer en la Casa de las Crepes, que por cierto es nuestro plan de los viernes... oh Naomi... no me dijo nunca para qué vino, siempre hace eso.

-¡Naomi! -dije poniéndola un poco nerviosa.

-Oh dios, no hagas eso, dime.

-No me dijiste nunca por qué viniste.

-Umm... cierto, ni tú que te pasó... así que habla primero.

Oh que tramposa... no puede hacer eso.

-¿Qué?, no si tu... te odio, parecemos niñas.

-Amiga, tú y yo juntas, aún somos niñas. Así que dime. -dijo saliéndose con la suya.

-Nao estaba en mi oficina relajada y llega un hombre...

-¿Estaba guapo?, deberías conseguirte a alguien- dijo interrumpiéndome.

-Ese no es el punto, como te seguía diciendo....

-O sea, ¿que sí estaba guapo?- ella y su maña de interrumpirme

-Naomi, cállate, déjame contarte la historia y luego hablas... como te decía, demonios, y si, si estaba guapo, pero ese no es el punto. Cuando entró a mi oficina lo que hizo fue reclamar que no lo mandaban con el jefe, que no podía entender por qué no quería aparecer el dueño y cosas así y bueno, tú me conoces sabes mi reacción en cuanto a eso, soy muy alterable y simplemente lo dejé en su lugar y lo corrí de mi oficina... aunque me dejó su número.

-Oh. Y ¿cómo se llamaba?

-Definitivamente tu no cambias Nao... no lo recuerdo era algo como... ah ya era Ethan. Ahora es tu turno, ¿por qué viniste?

-Pau tuve un gran problema, se ha acumulado desde hace tiempo y no quise decirle a nadie por miedo a lo que pensaban.

En ese momento el mesero nos interrumpe para traer la comida.

-Que la disfruten señoritas, Bon Appétit. - marchándose enseguida.

Qué pasará con Nao, me preocupa espero que no sea tan malo.

-Cómo te seguía diciendo Pau, lo perdí todo, perdí mi casa, mi carro, mi trabajo todo. Sé que es mucho pedir pero venía por un trabajo.

¡¿QUÉ?! No, no puede ser por qué no me contó, que difícil, no la puedo ver así, no me gusta saber que está así no puedo, pobre de amiga... si tan  solo me hubiese enterado antes, y cómo es que no lo noté, ¿qué clase de amiga soy?