-Pero tú no lo crees, ¿verdad?
-No era tan estúpida ni tan descuidada. Fue asesinada.
-¿Y qué tiene Oceanic que ver con tu amigo?
-Tal vez nada. Algunas veces ocurren accidentes, incluso a las mujeres que trabajan en el FBI, pero cuando registré su apartamento, supe que no había sido ningún accidente.
-¿Habían destrozado su casa?
-No, estaba perfectamente ordenada.
-¿Cómo dices?
Kara se acercó a una lámina de Picasso que ella había colgado en la sala y la enderezó, casi sin darse cuenta de lo que había hecho.
-Que estaba demasiado ordenada. Alex era una desordenada, pero su casa estaba impecable. Tanto que se me erizó el vello de la nuca.
-Tal vez tenía una novia muy limpia...
-No. No había ninguna mujer en su vida. Ni novias, ni señoras de la limpieza...
-Sigo sin ver cómo...
-Cuando examiné sus cosas por segunda vez, encontré una tarjeta de Oceanic.
-Yo tengo un bolso lleno de tarjetas. ¿Y qué? -replicó lena, sin poder creer que aquella operación clandestina se estuviera basando exclusivamente en una tarjeta.
-Tú trabajas ahí, pero ¿por qué iba Alex a tener una? La encontré en el forro de su petate, un petate que estaba también perfectamente ordenado. Los calcetines estaban doblados, todo lo que tenía en su cartera en un orden perfecto... Te repito que alguien examinó sus cosas antes que yo. Sin embargo, se les pasó la tarjeta porque no querían levantar sospechas haciendo trizas el petate como hice yo.
-¿Había algo escrito en la tarjeta?-Alex era una profesional. No llevaría nada que no pudiera explicar si la atrapaban. Podría haber un millón de razones por las que tenía aquella tarjeta, la mayor parte de ellas completamente inocentes.
-Pero tú no crees que sea así.
-No lo sé. Esa tarjeta es la única pista que tenemos. Oficialmente, la muerte de Alex se considera un accidente. Teníamos algunas pistas que nos indicaban una operación de tráfico de drogas, pero no nos llevaron a ninguna parte. Mi jefe piensa, igual que tú, que una tarjeta de visita no es suficiente para realizar una investigación en regla sobre Oceanic, así que, oficialmente, no tengo ningún apoyo por su parte.
-¿Y extraoficialmente?
-Mi baja por estrés podría terminar en cualquier momento. Todos queremos a esos tipos, Lena. Si puedo encontrar pruebas sólidas, Oceanic no sabe lo que se le viene encima.
-Y ahí es donde entro yo –susurró Lena. Se acababa de dar cuenta por primera vez de que aquello no era un juego. Ya había muerto una agente. Kara la había escogido a ella para que la ayudara. Nunca antes se había sentido más despierta, a pesar de la hora, ni más viva.
-Mira, creo que deberíamos hablar de...
Lena se puso de pie. Tal vez Kara no lo sabía, pero necesitaba su ayuda.
-No me despidas, Kara. Soy la única ayuda que tienes... Y estoy de tu parte...
-Yo fui la que reclutó a Alex para ese trabajo –susurró, mientras se frotaba insistentemente la cara. El dolor era demasiado fuerte-. Yo hice que la mataran. No quiero que te ocurra a ti lo mismo.
-Tú no la mataste. Ella tomó sus decisiones, igual que yo lo hice, pero a mí no me va a ocurrir nada. Te prometo que no indagaré más -añadió, acariciándole suavemente el brazo.
-Es tarde. Es mejor que duermas un poco. Ya te llamaré mañana.
Con aquellas palabras, se dirigió hacia la puerta.
-No te vayas - musitó Lena, sufriendo con kara.-. Siento mucho lo que le ocurrió a tu amiga -añadió, tomándola entre sus brazos.
-Tengo que marcharme -insistió kara, quedándose completamente rígida.
-No.
Lena le acarició suavemente la mejilla. Notó que su mandíbula parecía de acero. Al bajar un poco más la mano, sintió cómo le latía el pulso en el cuello.
-Quédate conmigo esta noche -susurró, antes de ponerse de puntillas para rozarle los labios con los suyos.
-No.
-Sí.
Entonces, le acarició los labios con la lengua. Sintió que empezaba a temblar, como una piedra que está a punto de desmoronarse. A pesar de todo, estuvo segura de que Kara era una mujer fuerte, que luchaba por el bien en el mundo.
-¡Basta ya! Esta noche no puedo ser una fantasía para ti. Te haría daño -añadió, agarrándola con fuerza de los hombros. Sabía que debía apartarla de sí, pero le gustaba demasiado sentir el contacto de su piel.
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Un Poco De Diversión.
FanfictionLa vida sexual de Lena Luthor necesitaba un poco de animación. Sólo esperaba que su apático prometido estuviera dispuesto a participar cuando ella le propusiera hacer realidad un par de fantasías... Desgraciadamente no fue así, y su ex prometido la...