Ella es gorda

VEINTINUEVE pasos lejos de casa

Sé que quizás te aburra y quizás no sea muy comprensible, pero es la primera vez que le cuento esto a alguien.

Y ni siquiera estoy hablando en voz alta, sólo estoy escribiendo.

Y ni siquiera... ni siquiera voy a darte esta carta. 

Sucedió hace casi dos años. No recuerdo por qué, pero estaba particularmente enfadada ese día.

"Me encontré a May hoy. " Me dijo mi padre. Yo asentí, porque mi padre no estaba tan al tanto de mi vida como para saber que May y yo no éramos amigas desde hacía meses. 

"¿Qué te dijo? " Pregunté. 

Se encogió de hombros. 

"Fingió que no me había visto. " Dio un sorbo a su té antes de volver a hablar. "Pero estaba con ese chico... Ulises. " 

Sostuvo su mirada sobre mi rostro mientras decía el nombre de Ulises, así que supuse que lo traía a la conversación por algo en especial. 

"¿Qué hay con él?"

"Pensé que Ulises era tu novio. " 

Puse los ojos en blanco. 

"Bueno, claramente no lo es. " Repliqué. "Esa es la razón por la que May y yo no somos más amigas. "

Mi padre chasqueó la lengua. 

"Oh, Dellie, lo siento... Es..., es completamente normal, las chicas a tu edad pelean por chicos y los chicos siempre eligen a la chica de mejor físico.  "

¿Físico?

Mi corazón latió fuerte, porque verás, hace casi dos años, yo no era así de delgada como ahora. Y mi padre solía recordármelo a veces, y que a los chicos esas cosas no le gustaban. 

Pero entonces me reí. 

Y no debía haberme reído, sabes, en lo absoluto. 

Debí haber mantenido la boca cerrada y encerrarme en mi habitación.

Pero no. 

"No me gustaba Ulises para nada. " Solté, presionando los labios juntos, sintiendo mis manos temblar. "Y me gustaba May, demasiado. "  

La cara de mi padre se puso blanca, te lo juro. 

Y apenas me dirigió la palabra durante los próximos tres meses que le tomó largarse de casa.