Ella es gorda

¿🍝? Pero sólo VEINTE fideos largos por plato.

"¿Por qué te molesta?"

El segundo día, me saludó de esa forma. No le contesté.

"¿Por qué te molesta pedir disculpas?"

Bufé.

"¿Por qué tienes que rogar tanto por una maldita disculpa?"

Ella apartó la vista.

"Para este entonces, Cordelia, no necesito más tus disculpas, sólo quiero saber por qué no lo hiciste, ¿sabes que está mal lo que hiciste?"

Puse los ojos en blanco.

"Tú te lo buscaste. " Susurré. Pero me oyó.

"¿Disculpa?"

Me volteé a enfrentarla.

"Si te molesta lo que la gente dice de ti; entonces cambias. Te esfuerzas por cambiar, así no tienen más de qué hablar. Yo no fui la primera en decirte ese tipo de... cosas, pero tú sigues igual. Sigues igual. ¿Te gusta que la gente diga todo eso de ti? No puede echarme la culpa, la única con la culpa eres tú. "

Pero ella sólo frunció el ceño, como si yo fuera un misterio. Como si no me entendiera apesar de que se lo acababa de explicar.

"No, Cordelia. Todo lo que has dicho está mal. ¿No lo ves? Si alguien ve algo mal en ti, ellos lo están viendo. Si alguien piensa que debes cambiar, ellos lo piensan. Si alguien dice de ti cosas malas, para herirte, ellos son los que están hablando. No tiene que cambiar lo que eres; nunca deberías cambiar lo que eres porque alguien más lo dice. "

Mis manos estaban temblando.

¿Acaso ella sabía...?

Mi mente estaba en otro lado de repente. Y pensé, A menos que estés hiriendo a otros. No deberías cambiar lo que eres, a menos que lo que haces lastime a alguien más.

Pero debí haberlo dicho en voz alta, sabes, porque de repente Lisa estaba dándome una mirada suave y asentía con la cabeza como si estuviera de acuerdo conmigo.