con CUARENTA Y TRES lágrimas no limpias nada

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"¿Quisieras verla antes de que la llevemos a quirófano?"

El enfermero parecía genuinamente amable. Quizás por eso dudé el 'no' que quería decir.

"Vamos, te dejaré unos minutos " Apremió.

Y me encontré a mí misma dando pasos para dentrarme en la sala.

Mi madre yacía en una camilla especial. Sus ojos me encontraron tan rápido que parecía como si hubiera estado esperándome.

La valentía la habrá impulsado a estirar su brazo en mi dirección.

Y la preocupación me habrá impulsado a toma su mano entre la mía.

Estaba cálida. Y me sostenía como si estuviera prometiéndome que no me soltaría. La confusión se precipitó sobre mí cuando mi vista se volvió borrosa.

"No llores, Dellie "

Nunca se me dio bien obedecer a mi madre, sabes, así que lloré de todas formas. Porque esa era la primera vez que escuchaba la voz de mi madre en meses.

"L-lo sien... "

"Tranquila, todo estará bien" aseguró. "Escuchaste, esta operación es completamente segura"

Pero estaba jodidamente asustada.

"Dijeron eso cuando operaron al abuelo hace dos años "

Me dio un pequeño apretón en la mano que sostenía. Cuando tuvo mi atención, sonrió, a pesar de que la tristeza era claramente perceptible en sus ojos..

"Esto es completamente diferente a eso " susurró. "Todo estará bien.

Y asentí. Aunque nunca fui muy buena creyendo en las cosas que mi madre decía.


Ella es gordaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora