cuando mueres pierdes VEINTIÚN gramos

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Seguro cuando llega a su casa, se dirige directo a su cama y se queda ahí.

Por lo que le parecen horas, pero no es tiempo suficiente.

Piensa en muchas cosas.

En todo.

Y se convierte en nada cuando tiene que levantarse otra vez.

Seguramente siente que hay algo mal con ella.

Porque no tiene buena suerte.

Porque de pequeña no esperaba ser lo que es ahora.

Porque extraña cosas que nunca van a pasar.

Seguramente se siente miserable en muchas cosas.

En tantas que cuando piensa en el sabor del chocolate, llega a la conclusión de qué sería estúpido negarse un pequeño placer.

¿Qué más podría empeorar? ¿Acaso es un crimen?

Nunca le gustó mucho el ejercicio.

Pero evita quejarse en voz alta por la imagen que ve en el espejo.

Porque no, no es un crimen; pero sí es su culpa.

Por ser gorda y no poder evitarlo.




Ella es gordaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora