Ella es gorda

intenta VEINTIOCHO gr de miel

A veces las pesadillas me quitan el sueño.

No pasa a menudo, porque con el tiempo he descubierto ciertos trucos que me ayudan a dormir. La meditación dio sus frutos por un año entero, pero luego mi papá se fue de casa y los ataques de ansiedad no se calmaban con nada. 

Excepto con música. Música y quedarme muy quieta durante cinco minutos enteros.

Pero, ¿recuerdas lo de la ansiedad? 

Hay veces que mi pecho se oprime tanto que no puedo quedarme quieta ni siquiera por un minuto entero, ni hablar de cinco minutos.

Así que sí, cuando tengo pesadillas y me despierto, ya no puedo volver a dormirme. 

Y como en mi casa sólo somos mi madre y yo, en las noches mi casa es silenciosa. Muy silenciosa.

Te juro que en el silencio es cuando más extraño a mi padre. 

Y cuando más odio a mi madre.