Alicia VS Raquel. Duelo de polis [Terminada]

Capítulo 9

De vuelta a la comisaria. Ya han pasado las 24 horas que le di de plazo para que se lo pensase. Otro día más intentando sonsacarle. Espero que no sea otro día que se me enfrente. Camino por el pasillo decidida. Me dirijo a la sala de interrogatorios y allí está Raquel. Está hecha un desastre. Veo que mi ayudante hizo bien las cosas. Me siento frente a ella mirándola fijamente.

-¿Y bien? ¿Tienes algo que decirme?

Ella se queda mirándome sin soltar ni una palabra.

-¿Sigues sin querer hablar? Tu amiguito también se quedó mudo ayer. Diría que hasta sin respiración.

-¿Qué le ha pasado? ¿Qué le has hecho?

-¿Por quién me tomas, Raquel? Yo no le he hecho nada. Si ni siquiera le conozco... Sólo hemos hablado por teléfono. Pero se le escuchaba entrecortado, agitado. Pero como tú si le conoces, me podrás decir cómo es, dónde está y a qué se dedicaba antes de asaltar bancos.

-Yo no sé mucho más que tú. Es muy discreto con sus cosas.

-¿No me digas que os guardáis secretos, Raquel? No me puedo creer que no sepas nada de su vida, que no te haya contado si tiene familia, de dónde es o cómo celebra la Navidad. Sabes bien que ocultar información a la policía es casi tan grave como mentir. Y ahora dime, ¿dónde está el profesor? ¿Dónde tiene su escondite? O mejor voy a reformular la pregunta, ¿desde dónde os comunicabais con los atracadores del banco?

-¿Y si te lo digo qué va a pasar? ¿De qué va a servir? Ya he cometido varios delitos y estoy jodida.

-Pero es una forma para que acabe esto y para que no dé la orden de buscar a tu hija y a tu madre.

Raquel mira hacia el techo, suspira y me vuelve a mirar. Me conoce bien para saber que soy capaz de hacer todo lo posible para encontrarlas como no me ponga las cosas fáciles. Y por ahora no las está poniendo. Y se me está agotando la paciencia.

-Sabes que esto que haces no es legal, ¿verdad? Yo habré cometido delitos, pero tú también. Y lo sabes, Alicia.

Ahora es mi turno de mirarla con gesto enfurecido. Me está tomando un pulsito, pero no la voy a dejar ganar. Esto ya es personal.