Capítulo 4

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-Si tú insistes, yo voy a insistir más. No me gana nadie a cabezota. Y tú lo sabes, Raquel. Vamos a tutearnos si quieres-Veo la cara que pone y sigo hablando.-Porque me niego a llamarte como una ciudad, es ridículo. Y tú eres más lista que eso.

Coloco mis manos encima de las suyas y sonrío. Quiero que vuelva a ver en mí a la amiga que tuvo, a la amiga que velaba por ella.

-Esta es mi vida ahora, Alicia. Por favor, yo le quiero. Entiéndelo.

-Es que cambias más de vida que...-me callo lo siguiente que le iba a decir. Mejor ir por las buenas. A lo mejor así consigo algo de ella.-¿Te acuerdas cuando conociste a Alberto y me lo presentaste?

-Sí y a ti no te dio buena espina.

-Y ya ves que no me equivoqué.

-Pero Sergio es diferente.

Sonrío ante la última frase. Me acerco al bolso y saco una libreta y un boli. Apunto el nombre dado. Ya es una pista. Vuelvo a mirar a Raquel. Debo seguir haciéndome la simpática para que siga confiando en mí. Pero ella se da cuenta que ha fallado y lo demuestra con su gesto.

-¿Ah sí? ¿Y en qué es diferente? Es decir, ¿cómo sabes que no te va a traicionar?

-Porque lo sé, le conozco.

-También me decías que conocías a Alberto y has acabado con una orden de alejamiento. Y por tu querido...-hago que miro el cuaderno-Sergio estás aquí, detenida. Dime, ¿realmente vale la pena que le protejas? Si él estuviera en tu lugar, ¿te protegería?

-No me cabe ninguna duda. Somos un equipo y no nos traicionamos. Confiamos el uno en el otro.

-¿No me digas que ya lo has presentado a la familia? Pero si lleváis muy poco tiempo. A Alberto tardaste como... 6 meses en presentarlo en sociedad.

-Las circunstancias no son las mismas. Además son diferentes.

-Y tanto que son diferentes. Uno era tu compañero, tu superior; y el otro, tu enemigo, el atracador con el que debías negociar para que ese atraco saliera bien. Sin embargo...-sonrío mirándola fijamente-te has vuelto su compañera de atraco. Dime Raquel, ¿cómo lo hacéis? ¿Tenéis una oficina desde donde dirigir? ¿O es una nave industrial?

Raquel me aparta la mirada, pero yo la obligo a que me siga mirando. No me voy a rendir tan fácilmente.

Alicia VS Raquel. Duelo de polis [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora