Capítulo 30

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Me mira y enarca las cejas. Tampoco le he preguntado nada extraño. Tan sólo si se han ido a París de viaje. Porque es la ciudad del amor. Y como ellos están tan enamorados...

-Mira que te habrán preguntado cosas y más difíciles que esta. Sólo es responder con un sí o un no. ¿O qué pasa, que el amor no te deja pensar? ¿Te ha nublado la razón?

-No

-¿No a qué? ¿A lo de ir a París o a nublarte la razón?

-No a las 2 cosas.

-¡Ah! Que vosotros sois más de iros a islas. Las ciudades de Europa no tienen ningún atractivo para vosotros. A no ser que sea para poneros como nombre en clave. Precioso.

Cojo el walkie y doy la orden para que trasladen a Raquel al calabozo. Lo vuelvo a guardar y le dedico una sonrisa.

-Esto se acaba para ti. Pero no te preocupes, que pronto pillaré también a tu novio.

-No le vas a encontrar tan fácilmente. Sabe cómo jugar a esto.

-Recuerda que yo también sé jugar a juegos de estrategia. Además tengo a gente ahí fuera que me deben favores. Lo tengo chupado.

El agente llega y le abro la puerta. Le coloca las esposas a Raquel en las manos y la coge para llevársela.

-Te advertí que se iba a acabar este jueguecito, Raquel. Te he dado la oportunidad y no has querido aprovecharla-le digo antes de que se la lleven.

-¡Tengo derecho a un juicio!-me grita cuando se la están llevando.

-Un momento, Gómez. Déjame un momento a solas con la detenida.

-Pero inspectora...

-¿¡No me has oído!? ¡Que me dejes con ella a solas! ¿Lo has entendido o necesitas un papel?

-Entendido-me contesta nervioso. Sabe que el papel es un expediente y se puede quedar sin trabajo.

Una vez sale y me quedo a solas con Raquel, me pongo frente a ella. No sé si está ganando tiempo o qué. Pero por la amistad que una vez nos unió se lo voy a conceder.

-¿Qué me decías? ¿Qué necesitas un juicio?

-Es lo justo. Si me vas a mandar a la cárcel, al menos que me pueda defender.

-Por supuesto. Hay que hacer un informe para dárselo al juez, al fiscal y... Oye, ¿tienes abogado?

-Sí. Lo tengo desde hace años.

-Pues también habrá que mandarle el caso a tu abogado para que le eche un vistazo. A ver si te puede defender. Porque con lo que has hecho... telita contigo, tía. Has cruzado el lado de la vida en moto y sin salvavidas.

Me quedo un momento en silencio mirándola. Mantenemos un duelo de miradas.

-¿Dónde te meto yo esta noche? Porque está visto que en el calabozo no quieres, sino no te hubieras puesto como una histérica. ¿Te llevo conmigo a la carpa? Pero vas a estar conmigo todo el tiempo. Sin juegos raros ni contacto con nadie más.

-Es tu decisión.

-¡Pues venga! Prepárate que nos vamos de excursión. Cógete la chamarra que por la noche refresca.

Alicia VS Raquel. Duelo de polis [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora