Nueva España

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—Bien. —En esos momentos el conquistador más temido del nuevo continente se encontraba revisando los avances de sus colonias. — Habéis hecho bien en tomar vuestras clases desde la mañana.

En esos momentos era tarde, tanto el como el futuramente conocido como Venezuela se hallaban con las piernas temblorosas y brazos magullados.

—Podréis retiraos. —Solo el más bajo hizo una leve reverencia y salió de la habitación. — ¿Pasa algo Teōtīhuacān?

Mi nombre es Tlacopan.

Se mordió la lengua antes de hablar. — ¿Puedo hacerle una petición señor?

—Te escuchó.

—Me gustaría poder tomar un descanso. —Arrugo el entrecejo, en señal de disgusto. — No he fallado en ninguna clase hasta ahora ni le he desobedecido señor.

España alzó la ceja, mirando fijamente al castaño. Sus ojos se encontraban cansados gracias a las noches en vela estudiando política e idiomas, su porte era rectó y digno aún cuando sus piernas y brazos tenían cicatrices gracias a las clases de espada y equitación. Sonrió, satisfecho.

Se giró, volviendo a su papeleo. — Adelante.

Con una apresurada reverencia salió casi corriendo de ahí, ignorando el ardor que sentía en sus pulmones y piernas. Paso a la cocina para robar algunas frutas y pan que sobro del desayuno para proceder a escaparse por la ventana antes de que los sirvientes lo atraparán.

—¿Teōtīhuacān? ¿Que hacéis? —Río de Plata estaba leyendo en el jardín antes de ver a su hermano saltar.

—Necesito que me ayudes. —Respiraba agitado, tenía que volver antes de la cena o habría castigo. — ¿Sabes a que hora los guardias toman su descanso?

—De hecho, lo están tomando ahora mismo.

Nada más terminar de hablar el castaño salió corriendo nuevamente. Saltó muros y esquivó personas para llegar a lo que vendría ser el calabozo de aquel lugar.

Bajo con cautela, escuchándose solo el goteo del lugar y algunas ratas merodear.

Esquivó algunos dardos venenosos que le fueron lanzados y llegó a la última celda. — Soy yo tiachkautli, no te alarmes.

Ahí, en posición india se encontraba Tenōchtitlan. Bajó el pedazo de bambú hueco para mirar al menor. — ¿Qué haces aquí?

Alzó la comida que tenía abrazada dentro entre sus brazos.

Se que no puedes estar tantos días sin comer.

En silencio empezó a masticar el pan que se encontraba algo duro.

Nueva España te manda saludos.

Ahora la comida había agarrado un sabor amargó. — No me interesa.

El más bajo intentó tomar las manos de su hermano, pero este se apartó, arisco.

Ella no tiene la culpa de todo esto.

¿Y desde cuando defiendes a los traidores?

Es nuestra hermana ahora.

No es sangre de mi sangre.

Pero si gente de tu tierra.

Tenōchtitlan chasqueo la lengua al recordar como el español obligó a ambos a compartir sus tierras con su nueva hija. Y como las violaciones hacia su gente fue la razón del nacimiento de la misma.

Ella está confundida, hace poco que apareció y tampoco esta de acuerdo con el trato que se le da a nuestra gente.

Todo quedó en silencio, el azabache le dio la espalda y se acurrucó en una esquina, aún le quedaban dos días de castigo más y prefería pasarlos durmiendo.

Si me demuestra que no es una mentirosa como los demás, tal vez podría llamarla hermana algún día.

De manera inconsciente dirigió sus manos encadenadas a su cuello también encadenado, un sentimiento de tristeza le inundó al darse cuenta que tan acostumbrado estaba ya a su peso. — Vete de aquí teikautli, está oscureciendo y España no perdona retardos.

El contrarió suspiro y dejo el resto de la comida al alcance del más alto para luego irse en silenció.

"Recuerda altepekakonetl, familia y gente son primero. Cualquiera que amenace a una de ellas merece la muerte."

Las palabras de su abuela Olmeca llegaron a su mente como dagas, sus ojos ardieron al recordar como no pudo proteger a ninguna de las dos.

Mah cualli yohualli, senyelistli


















































Datos de la historia:

- Eh si, conquistador más temido por que me parece infinitamente peor esclavizar y hacer sufrir a alguien que simplemente matarlo.

- Entre los hermanos se hablan nahualt, siempre y cuando España no este presente.

- Nueva España (Centro) desde que "nació" fue encerrada en una habitación.
De vez en cuando Teōtīhuacān la va a ver por su ventana.

- El nombre de Tlacopan se le fue dado a Sur por la triple alianza (Tenōchtitlan, Tlacopan y Texcoco) pero su verdadero nombre vendría siendo Teōtīhuacān. Aún así, ese nombre es muy preciado para él.

- Norte es realmente alto aún cuando tuvo que compartir terrenos con Centro.

- Tenōchtitlan odia a España (al menos en ese entonces) por lo cual nunca le hace caso y es castigado en los calabozos en consecuencia.

Una Familia Mexicana AlvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora