Borracho.

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—No mames Norte. —La chica miraba con desaprobación al más alto. — Apenas son las tres de la tarde para andar pedo, ya ni la muelas.

El otro negó, intentando mantener el equilibrio.

—No ando pedo, ando pedisimo.

—Honesto el señor. —Río Sur bajando de las escaleras. — ¿No vas a ayudarlo? Casi parece que se va a dormir en la entrada.

—Pues con que no la vomité por mi bien. —Se fue a su cuarto soltando algunos insultos por lo bajo hacía el mayor.

Sur sólo volteó los ojos divertido para luego dar dos aplausos. — Muy bien, arriba, arriba pinche bueno para nada. —Lo levantó poniendo su brazo izquierdo alrededor de su cuello para que se pudiese sostener. — No es muy común ponerte borracho tan rápido ¿Que tomaste?.

—Tres botellas de Vodquila.

—Uff ¿Tú solo?.

—No, yo y mis huevos.

—Ya pues, me calló. —Básicamente lo arrastró hacia su habitación. Con dificultad abrió la puerta y le ayudó a cambiarse la ropa, pues apestaba a alcohol.

—Gracias cabrón, al chile no se que haría sin ti.

—Morirte en tu propio vomito.

—Como la cagas. —Le golpeo ligeramente el hombro, se acostó en su cama dándole la espalda al contrarió. — No se como pagartelo.

—Con un Benito Juarez que tuvo ascenso me basta.

—Ni estando sobrio puto.

Borracho pero no pendejo.

Negó divertido, sentándose en la cama a su lado. —¿Que paso hermanó? Sabes que puedes contar conmigo. — Sur lo sabía, Norte nunca se ponía a beber tanto solo porque sí. Había algo más.

—...

El menor respetando su decisión, se levantó para salir del cuarto.

—Mañana. —Se giró para poder ver al castaño. — Mañana te lo contaré todo, por ahora solo acompañame.

No pudo evitar soltar una risa. — Eso fue muy gay. —Le levanto el dedo del medio. — Ya, ya. Solo esperó que no sea yo quien tenga que soportar la cruda que tendrás mañana.

Mientras ambos hermanos tenían su conversación, la azabache se encontraba en la cocina, preparando un remedio para que mañana no le pegará tan fuerte la resaca al mayor.

Porque a pesar de todo, ellos se querían. Y no tenían que decirlo para que el otro lo supiera.

Con acciones bastaba.

Una Familia Mexicana AlvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora