Fuera del Ring

14.

Amy:

—Lamento que tuvieras que presenciar todo el escándalo que hicieron mis padres. —Me disculpo.

—Tu no hiciste nada, no te disculpes.

—Lo hago porque como ya los conociste, te darás cuenta que jamás te dirán una disculpa.

—No la necesito, me basta con esto. —Dice tomando mi mano.

Entrelazo nuestros dedos.

—¿No vas a soltarme despues de que viste que clase de personas tengo como padres?

Bajo la mirada y el me levanta el mentón obligándome a verlo.

—Muñeca.

Sonrie.

—Si uno de los dos llega a terminar lo que tenemos, créeme que no soy yo.

—¿Y qué tenemos, King?

El sonríe. —Lo dijiste ¿No? Y muy valiente, por cierto.

—King..

Su sonrisa crece. —Estamos saliendo.

(*)

Cuando regreso a casa, no les dirijo la palabra aunque se pongan a gritarme y discutir de su matrimonio "Disfuncional" que echándose la culpa el uno al otro y diciéndose al otro que uno es el responsable de que yo saliera así.

Subo las escaleras a la habitación de nana y me quedo a dormir con ella.

(*)

—¿Despidieron a Juan?. —Pregunto sorprendida mientras miro a Lu y Dakota, quienes me dijeron que la profesora quería verme y aunque resulto ser mentira, esta noticia no me la esperaba.

—Te dije que te ayudaría ¿No?. —Me suelta Dakota.

La rodeo con un abrazo y ella ríe.

Me aparto sorprendida. —Pero.. ¿Qué hicieron?

Sin rodeos, Dakota, responde. —Lo seduje.

Mis ojos se abren.

Lu ríe. —Debiste haberla visto, uso rosa.

—Sí, que asco, no me hagas recordarlo. —Se queja Dakota. —No volveré a usar rosa otra vez.

Lu, dice. —¿Puedes creer que solo es una talla más de mi sujetador? Mis nenas no son tan pequeñas.

Dakota rueda los ojos.

—Como te decía, lo seduje y deje que me toqueteara..

—Yo grabe todo. —Dice Lu alzando la mano.

Mis amigas..

—Amy.. —Me giro al escuchar a la profesora detrás de mí.

—Ahora si ¿No?. —Murmura Dakota, Lu le da un golpe con el codo.

—Ya basta.

—Dolio, Perra.

—Perra, tú.

—¿Puedo hablar contigo. —Me pide ignorando a mis amigas y acepto.

King:

"Me aceptaron otra vez en las clases"

Sigo creyendo que es demasiado para ella, que merece más y que ellos no merecen un talento como el de Amy, pero si ella está tranquila, he decidido estarlo también.

Guardo mi móvil y cierro el casillero donde puse mi bolsa de gimnasio, me pongo la camiseta y al darme la vuelta, me encuentro con ese hombre.

El padre de Amy..

—Asi que aqui es donde entrenan los tipos como tú.

Me rio.

—¿Los tipos como yo, señor? Creo que es mejor que no siga hablando o me olvidare que es el padre de Amy.

—¿Ahora me amenazas, delicuente?

Joder

—Como sea, solo he venido a advertirle.

—Viejo, no voy a dejar a su hija. —Le respondo enseguida. —No sirve de nada que se manchara los pies pisando terrero que está a su altura ¿No?

—Yo creo que si lo harás. —Se coloca ambas manos en el bolsillo del pantalón de vestir. —Amy es mayor de edad, es cierto, pero yo soy su padre y eso no va a cambiar, no cambiara el hecho de que piense que es lo correcto para mi hija.

No respondo.

—¿Sabes que es fácil encontrar información en internet si eres un hombre como yo?

El me enseña un papel.

—Aquí tengo todo.

¿Qué?

—Toda tu información.

No había sentido este pánico hace mucho.

—Zackary Tucker. —Pronuncia y mi puto corazón se acelera. —¿Ese es tu nombre no?

Trago saliva.

—Zachary...

Mierda.

Él está sonriendo.—¿Qué pensara mi hija si descubre quién eres y lo que has hecho?