Fuera del Ring

21.

Amy:

King maneja hasta encontrar un lugar donde podamos hablar los dos solos.

Y cuando finalmente no hay nadie que pueda interrumpirnos empieza.

—Si decides seguir conmigo después de esto, me harás el hombre más feliz del mundo. —Me dice. —Y si no, voy a aceptarlo

Lo escucho atenta, el baja la mirada por un momento y su mandibular se aprieta.

—Mi nombre es Zachary Tucker, muñeca.

¿Su nombre real?

King va en serio.

—Zachary.. —Pruebo su nombre en mis labios.

—Mi vida no ha sido la más bonita que puedes imaginar, prácticamente me crie en la calle porque mi hogar no era algo que podía llamar hogar, conviví con unos tíos y me fui cuando tras una pelea en la calle me ofrecieron dedicarme a eso. —Empieza. —No me marche de inmediato, claro, no hasta ver el dinero en mis manos.

Sus puños se aprietan.

—Como veras hasta ahí no hay mucha importancia.

—Si lo hay. —le respondo. —Para mí es importante saberlo, King, perdón... Zac.

Él sonríe de lado.

—Hubo una chica.

Siempre hay una chica.

—No es lo que estás pensando.

—¿No?

—Apenas la conocía esa noche y quizás ese fue mi error. —Sigue. —El lugar y la persona equivocada.

—¿Qué sucedió?

—Llego el novio.

Mis ojos se abren.

—Ya imaginar un poco que pasó. —Continua. —El la golpeaba, al menos eso entendí y cuando la golpeo frente a mí, no pude quedarme sin hacer nada al ver la sangre.

El comienza a enumerar.

—Contusiones en el cráneo, lesiones en el pecho y costillas fracturadas, era una puta momia cuando lo fui a ver al hospital, así lo dejé. —Me muestra los puños. —Estos puños lo dejaron así.

—¿Qué sucedió con él?

—Está vivo si quieres saber.

—King..

—Pero casi lo mato.

¿Tanto daño le causo?

—Me dieron 5 años de cárcel, de los que cumplí 3 y salí antes por buena conducta.—Me dice. —Probablemente escuchaste el caso en las noticias, el tipo apelo para que me dieran 12 en lugar de 5.

Se toma un respiro.

—No lo culpo, en el estado en el que lo deje, hubiera hecho lo mismo. —Sigue. —Y aunque al final todo termino, eso no cambia lo que hice.

Me mira.

—Golpee a un hombre hasta casi matarlo, Amy.

Sus ojos no se apartan de mí.

— Y fui tan ingenuo que creí que, al cambiar mi nombre, al menos lo olvidaría, pero solo me recuerda porque me lo cambie y termina regresándome ahí.

Trago saliva.

—Esa es la clase de persona que soy, ese es Zachary Tucker, King...

Me mira profundamente.

—Puedes huir de mi si así lo deseas. —Me dice. —Tus padres tienen todo el derecho de no querer que su hija este con un delincuente, porque a pesar de que tu padre lo ha dicho, él tiene razón, soy un delincuente.

Finalmente guarda silencio y mi mirada baja, aunque tengo el corazón acelerado.

Subo la mirada despacio y sus ojos están viéndome.

Separo los labios. —Lo único que escuche es que defendiste a una chica de un hombre maltratador y probablemente le salvaste la vida.

—¿Solo eso escuchaste?

—Solo eso escuche. —Le aseguro. —¿Es por eso que te fuiste a drogarte? ¿Por esto?

El no responde.

—No sabía cómo decírtelo. —Noto miedo en su voz. —Sin perderte.

Bajo la mirada.

—Cuando realmente me enojo pierdo el control y desde esa noche tengo miedo de volver a perderlo, incluso cuando estoy en el ring.

—Pero no estás en el ring ¿No?.

Siento mis ojos llenarse de lágrimas.

—Estás conmigo, fuera del ring.

Le tomo la mano entre las mía.

—No vas a golpearme porque me consta lo importante que soy para ti.

—No sabes cuánto.

—Entonces no lo hagas. —Le pido. —No dudes y sana conmigo, a mi lado.

Por primera vez veo lágrimas en sus ojos y las mías se deslizan por mis mejillas.

—No mires hacia al pasado, solo al futuro, conmigo.

Me besa.

Siento el sabor salado de mis lágrimas y mi mano aprieta la suya, King rompe el beso despacio.

—No estoy seguro si merezco esto, pero no puedo soltarte, me niego a hacerlo.

Ahora sé que yo no podré hacerlo tampoco, mi vida está atada a la suya.