Fuera del Ring

11.

King:

—¿Estas bien?. —Le pregunto al verla moverse a mi lado después de despertar.

Ya es tarde y creo que se perdió una de sus clases, pero me preocupa más si mi muñeca está bien.

Amy sonríe. —Lo estoy.. —Mira debajo de las sabanas. —Ni siquiera sangre.

La atraigo hacia mí y sonrio presionando mis labios sobre su cabello.

—¿Qué hora es, King?

—Tarde.

—Entonces creo que mañana me mataran.

Entonces no ira hoy.

Me aparto para mirarla. —¿Quieres hacer algo hoy?

Ella asiente con la cabeza. —Dejame avisarle a nana primero antes de que se vuelva loca.

Mientras se levanta a buscar su teléfono y llamar, observo su precioso cuerpo desnudo y que fue completamente mío anoche pidiéndome que la folle otra vez.

Mierda, fue increíble y ella es exquisita, me encanto, me gusto demasiado.

Amy me sonríe cuando se vuelve hacia mí. —Sí, nana, estoy bien, no te preocupes y no preocupes a papá.

Me he ganado la lotería con esta hermosa chica.

Amy:

—Así que aquí es donde entrenas... —Menciono cuando llegamos al gimnasio.

Hay muchos hombres igual que King, igual de musculosos, con tatuajes y llamativos, sin embargo ninguno como King.

O será que yo solo lo veo a él.

Siento los labios de King sobre los míos.

—¿Qué haces?. —Pregunto cuando se aparta luego de un largo beso.

—Dejando en claro que eres mía. —Pronuncia.

Suspiro.

—Sí, sobre eso, vamos a hablarlo en claro.

—Dime, muñeca.

—Esto de poseer a otro y los celos.

—Así soy yo, te dije que me eligieras así.

—Y lo estoy haciendo. —Menciono. —No quiero que cambies, solo que no quiero exagerados celos o tratar de poseerme de esa manera.

—¿Debo poseerte de otra manera? —Me pregunta con una sonrisa pícara. —En la cama...

—King..

Intenta besarme, pero lo evito poniendo mi mano sobre su pecho, aun así, dejo que me dé un pico.

—Está bien, nada de posesión exagerada, de acuerdo. —Me dice. —Pero tú eres mía, recuerda eso.

—Okey, soy tuya.

Él sonríe y yo también lo hago, nos besamos en frente de todo el mundo en el gimnasio, King me rodea con los brazos y no sé cómo sentirme realmente, ahora mismo todo lo que experimento es felicidad.

(*)

King golpea el saco y yo me acerco a sujetarlo, ya lleva 20 minutos.

—Por mucho que me guste mirarte entrenar, creo que ya es demasiado o ¿Me has traído aquí para admirarte?

King sonríe, se quita los guantes de boxeo y deja los nudillos con las vendas, me coge de la cintura y presiona sus labios sobre los míos.

Siento su aroma. —Creo que necesitas un baño.

—Tienes toda la razón.

Me carga en su hombro y por impulso grito, pero reacciono cubriéndome los labios con la mano.

—No hagas ruido, muñeca, o nos descubrirán. —Me da una palmada en el trasero.

Aprieto los labios y guardo silencio hasta que me lleva a una de las duchas, cierra las cortinas y comienza a devorar mi boca.

—Esto es incorrecto de muchas formas. —Jadeo sobre sus labios.

King alza una ceja. —¿Significa que quieres parar?

Sonrio y lo beso, King comienza a desnudarme, quitándome la ropa de cambio que lleve conmigo el día anterior al ballet.

Nos desnudamos, King abre un poco la cortina para deja la ropa fuera de la ducha y la vuelve a cerrar, abre el grifo y el agua helada cae sobre mi cuerpo.

Me levanta de la cintura y le envuelvo la cadera con las piernas, su mano va a mi muslo y me aprieta aprisionándome contra la pared, mi cuerpo caliente toca los azulejos de la ducha y me sobresalto un poco, me rio y el también.

Me besa en la boca antes de juntar su frente a la mía, se acomoda para hacer entrar su erección y mi cuerpo salta cuando lo siento ingresar, me muerdo los labios y el gime.

—Joder..

Después de esto necesitare comprar pastillas.

Recibo todo de él y me sujeto con mis brazos estrujando su cuello, mi cuerpo sube y baja y mis ojos se cierran, nuestras caderas resuenan a través del ruido de las gotas de la ducha que golpean el suelo y pronto empezamos a gemir los dos.

Descubrir el sexo con King es maravilloso y tiene sus ventajas