Distancia 2 (Ed Sheeran)

Capítulo 31: Futura esposa Sheeran Pena

-No sé, creo que no tendríamos que alardear mucho por ahora- le digo mientras entramos de vuelta al salón de la mano.

-¿No piensas decírselo?- pregunta frunciendo el ceño.

-Obviamente sí, pero creo que tendríamos que esperar hasta el domingo, cuando Tay y Fel regresen de su luna de miel. Me gustaría que fuera algo más personal, algo solamente entre familia.

-Sabes que de todos modos la prensa se enterará.

-Si- repito- Pero si lo anunciamos ahora, hay muchas personas de los medios internacionales y la prensa mañana a primera hora estará publicando la noticia. En cambio, si hacemos lo que yo digo en un par de semanas lo sabrán de algún modo. No quiero que comiencen a bombardearnos con preguntas. - nos paramos a un costado de la pista donde hay un multitud de mujeres observando algo que no puedo ver. Seguramente estén cortando el pastel o algo así- Mira, tenemos que tomarlo mas suave. Llevemos todo esto con tranquilidad, lo has hecho tan repentino que lo único que quiero es que vallamos más despacio.

Me toma del mentón y me da un suave beso en los labios.

-No te preocupes todo saldrá bien. Yo tampoco quiero llevarlo muy rápido, así que me parece bien que nos tomemos un tiempo para planear todo- dice y sonríe- Lo importante hasta ahora es que dijiste que si.

Me separo mirándolo con los ojos achinados.

-¿Pensaste que podría haber llegado a decir que no? ¿Dudas de mí?

Se encoje de hombros nervioso.

-Y con la cantidad de nervios que cargaba hasta el momento que aceptaste se me ocurrieron muchas cosas.

-¿Cómo qué?- pregunto levantando una ceja.

-Llegue a pensar que decias no y salías corriendo y yo todo arruinado, como un fracasado, después probablemente entraba en depresión, compraba muchos kilos de comida y cerveza hasta engordar rotundamente y luego viviría en un mugriento apartamento con decenas de gatos...

Lo miro con una ceja levantada.

-Me pregunto de dónde sacan tanta imaginación tus ataques de nervios- el ríe.

-Del mismo lugar que tus ataques de celos- bromea entre risas- ¿Por qué me miras así? Solo fue una broma.

-No fue gracioso. Comprate un chiste en el supermercado Edward- digo tenzando la mandibula.

-¡Vamos, era una broma!- insiste acercando su cara a la mía pero esquivo sus labios. Aun así sigue insistiendo hasta atraparme con sus besos.

-Amo cuando te pones así...- sonríe.

-Y yo cuando te pones tonto- digo y el ríe.

-Tendríamos que...- comienza a decir pero somos interrumpidos por un objeto contundente que cae repentinamente sobre nosotros. Lo tomo torpemente con mi mano antes de que caiga al piso y siento algo suave. Lo levanto para mirarlo y me encuentro con un ramo de flores color rosa. Mi mirada confusa se cruza con la de Ed, quien tampoco logra entender cómo un ramo de rosas pudo caer del cielo. De repente los reflectores apuntan hacia nosotros y nos damos cuenta que todos nos clavan la mirada. El y yo cruzamos las miradas sin saber que hacer, algo asustados y el me presiona fuerte la mano. De repente veo a Taylor, que está de espaldas a nosotros con los brazos en el aire y cuando voltea nos dedica una sonrisa con mucha emoción.

No puede ser, atrapé el ramo. Accidentalmente, pero lo hice.

Ed se acerca a mi oído después de que todos siguen con lo suyo.

-Parece que el ramo se atrasó un poco ¿No lo crees?- susurra y no puedo evitar sonreír.

La novia llega casi trotando hasta nosotros y se detiene para abrazarme.