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Eran las ocho con cuarenta y dos minutos de la noche en Gwacheon CS. Dos mejores amigos que conversaban en la habitación destinada para ellos. En la casa de la abuela de SeokJin, todo había estado relajante, pero sobre todo divertido.

HeeSook había notado que entre su mejor amigo y Jin ya no estaba aquella tensión que se formaba antes. Incluso, parecían más cercanos y eso le agrada. 

—Hey, no creas que no lo he notado eh. —Alzó las cejas pícara. 

Hoseok quién acomodaba de manera ordenada las maletas para que no estorben, le miró sin comprender. 

—¿El qué? 

—Hm… lo tuyo y Jin. 

—¡no tenemos nada! 

Ella curiosa le miró con atención, comenzó a hacer ademanes con las manos y negar incontables veces con la cabeza y voz. Sonrió a sus actos. 

—¿Porque tan empeñado en convencerme? Yo sólo digo que me alegra que ahora ya no se la pasan discutiendo. Sé que si ocurriese algo más, me lo contarías ¿no es así? 

La miró por un segundo y bajó la vista para seguir en lo suyo. 

—Ni lo dudes… 

Hee sonrió ampliamente y después le aventó una almohada a la cara y éste se quejó y, así fue como comenzaron con una pequeña guerra de almohadas. 

Veinte minutos después estaban ambos dándose la espalda, intentando dormir. Hoseok pensaba en si era demasiado obvio el acercamiento con SeokJin, realmente no quería que ella se de cuenta de lo que hacen ellos dos a solas. No podría decirle a su amiga que en cuanto encuentran oportunidad, él y Jin se la pasan besándose y toqueteandose, aunque no más allá de sus ropas. 

Por otro lado, estaba HeeSook manteniendo sus ojos cerrados y la angustia de contarle a su amigo lo que haría al día siguiente. Sólo tenía dos días más para estar fuera de casa. Sin embargo, lo que le angustia es la reacción de sus amigos cuando les diga que partirá a Busan mañana por la tarde. 

El deslice de la puerta le hizo abrir los ojos, escuchó pasos y después susurros a sus espaldas. 

—Creí que estabas dormido —SeokJin sonrió ampliamente hacia el pelirrojo que se encontraba aún callado mirándole con impresión. —¿Qué ocurre?

Hoseok negó y el otro le acarició la nariz con su dedo índice. Lo destapó y tomó su mano con suavidad para jalar después. 

—¿Adonde vamos? —Habló un poco alto, a lo que el chico le tapó la boca con una mano y después llevó la mano que sostenía la suya hacia sus labios para hacer una seña de silencio. 

Los chicos salieron de la habitación dejando a una HeeSook confundida y curiosa. 

El pelirrojo miraba la espalda del chico que lo dirigía hacia afuera de la casa de la abuela Kim.

Su curiosidad era demasiada, pero no dijo nada y se dedicó a dejarse influenciar. Subieron las escaleras en espiral que llegaban hasta el techo de la casa y miró ahí una cobija extendida en el suelo. 

—Ven aquí —Le dijo tirando de su mano una vez se sentó encima. Obedeció sin dejar de mirarlo, una sonrisa surcó sus labios, y al instante, Hoseok también. 

SeokJin se echó hacia atrás y él también, miraron al cielo sin pronunciar palabras. Hoseok no decía mucho cuando ellos dos estaban solos, aún era tímido. El mayor carraspeo la garganta y miró de reojo al otro, quién mantenía su sonrisa y mirada al cielo estrellado. 

—¿Quieres —De repente se sintió sin aire y se tomó un tiempo para proseguir. —… ser mi… 

—Sí. 

Inocente Señorita 2 [P.J]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora