Insolente pero no tuyo

Ojalá y mueras

—Oh, ya están aquí.—Dice Emma, entrando al salón y sentarse en su respectivo lugar.

—¿Emma, qué dijimos de la puntualidad? —Advirtió Norman, pero sin sonar amenazador.

—Lo lamento, tuve que ir a dejar una solicitud con la profesora Mujika.

—¿Alguien nuevo en el club de arte?

Su vista fue perturbada al ver a Ray dejar una taza de café en enfrente suyo y otro para Emma. La pelirroja no pudo ocultar sus sorpresa abriendo la boca, sobre todo, ver a Ray tan sumiso haciendo algo que un Alpha le ordena. Mientras tanto, Oliver a lo lejos puede ver los balbuceos que hace Ray, apostando que la mayoría de esos son maldiciones para su hermano.

—Emma.

—Ah, sí. La solicitud era de Ray.

El azabache no le toma importancia que estén hablando de el, es más, su conversación acaba cuando ve al resto de lo miembros del consejo entrar, para proceder ir a dejarles un café o un zumo, dependiendo de lo que quisieran.

Dos eternas horas pasan, en la que Ray solo esta como maldita chacha atendiendo lo que les ofrecía a cada miembro del consejo, dándoles unos papeles, anotando las próximas reuniones y tareas que tenia que hacer Norman y una infinidad (a su parecer) de estupideces más.

—Ray, podrías traerme las carpetas que esta en esa esquina.—Chasquea los dedos, dando una señal para que sea rápido.

Pero el azabache se ofende, al darse cuenta de que en realidad lo esta tratando como un maldito perro. Hace lo que le ordenan, pero no se los da en la mano, en realidad, lo azota contra la mesa en donde todos andan de aquí para haya discutiendo, haciendo que se forme un eterno silencio que les causa un escalofrío.

—Aquí está.—Sonrie, conteniendo sus eternas ganas de decirle un buen de groserías en su cara.

—Gracias.—De igual forma sonríe, ocultando su ganas de devorarlo.

Ambos le dedican una mirada al resto del consejo para que sigan con lo suyo. Las discusiones siguen y siguen, hasta que por fin tocan un tema interesante.

—¡Es hora de hablar del festival de arte! —Anuncia Emma.

Ray ha dejado de devorar una galleta que había tomado de por ahí para prestar atención a lo que su amiga diría.

—Sabemos que el festival de arte esta a tan solo un mes, lo que significa que tenemos que acelerar la selección de la pintura principal ¿Alguien propone quien sera que la haga?

Todos guardan silencio y Ray tiene una tremendas ganas de levantar la mano y decir "Yo", pero se reprime, ya que ahora que lo recuerda bien, el había dejado de pintar para el público por una razón y cree que esa razón tienen que ver con las imágenes raras que le llegan casi a diario.

Todos proponen a distintas personas del club de arte que al final son descartadas por "X" y "Y" motivos, pero se hace menso revisando la agenda de Norman y a los lugares por los que andarían mañana, ya que según dice eso, que Norman iría hacer una inspección de algunas escuelas e incluidas Neverland, lo que significan que el tendría que ir.

—¿Qué les parece Ray?

Todos han guardado silencio para mirar al azabache que se encuentra aún revisando la agenda, siente todas las miradas en su persona, lo que hace que cierra la agenda y mirar a la persona que lo ha "propuesto".

Emma y Oliver logran notar la incomodidad del azabache, como queriendo salir corriendo de ahí y que nadie lo encuentre. Y es Oliver quien toma la palabra.

—Presidente, yo creo que Ray no es una excelente opción. Recién hoy ingreso su solicitud al club de arte y aun no sabemos nada de sus habilidades en la pintura.

—Estoy de acuerdo.—Y es Emma quien habla esta vez, ya que sabe lo incómodo que se le hace a Ray presentar sus pinturas en público.— Yo digo que elijamos a otra persona.

Todo el consejo parece estar de acuerdo, y eso hace que Ray suelte un suspiro de alivio. Pero no contaban con el As bajo la manga del Ratri.

Norman toma las carpetas que Ray le había pasado hace un par de horas, para comenzar a repartir una a cada miembro del consejo. El azabache esta nervioso, demasiado para su gusto, así que solo se dedica a ver como todos hacen una expresión sorprendida y lo miran de reojo, pero Emma es quien lo mira preocupada.

—Como se darán cuenta, a diferencia de los alumnos de este año, el joven Grace tiene su propia galería de arte en Estados Unidos, que por cierto, recibe muchas visitas del extranjero a ese lugar.

Ray mira a Norman con horror, arrebatándole a Emma la carpeta y mirar lo que este escrito ahí. Su nombre, la ubicación de la galería, sus pinturas mas populares y a la edad en la que las pintó.

Las miradas se posan sobre su persona y las carpetas, así sucesivamente por un par de veces hasta que parecen reconsiderar su respuesta. Pero se niega, se niega rotundamente a volver a pintar, así que interviene de una buena vez.

—Perdon, pero no pienso hacer la pintura. Deje de pintar para el público después de mis 10 años. Lo lamento.

Importándole poco lo que digan deja la agenda a un lado, saliendo del salón del consejo e irse. Nunca volvería a pintar, o la menos no lo haría para el público.

Emma quiere ir detrás de él y Oliver siente la necesidad de ir y hacer lo mismo, pero es Norman quien los mira para que ni se les ocurra poner un pie fuera del salón, a lo cual sólo se resignan y dejan a Ray irse sólo.

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Camina por los pasillos, siente frío y eso es raro ya que el sol ahora parece quemar horrible, sus piernas comienzan a flaquearon y lo único que quiere hacer en ese momento es dormir. Camina a su aula de forma torpe, abriendo la puerta y recargarse en su pupitre tomando un respiro. Su vista se nubla y todo a su alrededor gira, cierra los ojos por un momento tratando de recuperar la postura y tener la fuerza suficiente para tomar sus cosas y salir del lugar, para cuando realiza dichas acciones una imagen de si mismos le hace abrir los ojos de forma abrupta, levantándose de lugar, tomar sus cosas y salir corriendo.

¿Acaso era un malditos chiste?